Radiografía de un instante. Alberto Núñez Feijóo y su núcleo duro atienden a las explicaciones de su coordinador de campaña, Elías Bendodo, que señala sobre la mesa del despacho de su jefe un mapa de España teñido de azul y las fotografías electorales de los candidatos de Aragón, Baleares y Valencia. La foto se tomó el pasado lunes y ya entonces las caras de satisfacción no se disimulaban.

A escasas horas de que de la pegada de carteles los populares reconocen abiertamente que están “muy contentos”. Confiesan que el ambiente es incluso mejor que hace un año cuando el popular Juanma Moreno arrasó con una mayoría absoluta en las elecciones andaluzas.

La cúpula del PP considera que arrancan la campaña electoral en un "punto óptimo" mientras ven a su rival Pedro Sánchez "muy nervioso". Creen que las polémicas listas electorales de Bildu o la reprobación ayer de la ministra Raquel Sánchez por las incidencias en la red de cercanías de Cataluña suma a favor de ellos. También están convencidos de que convocar a toda prisa un Consejo de ministros extraordinario por la sequía el mismo día del pistoletazo de salida del 28M lo que demuestra es la "debilidad" del PSOE. "Es tan burdo que es la demostración de que Sánchez está en apuros. Si le fuera bien no lo haría", señala una voz autorizada del entorno de Feijóo.

"La gente no se cree los anuncios de Sánchez. Esa tómbola es la acreditación de un personaje muy nervioso", afirman desde la dirección nacional convencidos de que el goteo de promesas electorales de Sánchez durante los mítines y que luego lleva a la mesa del Consejo de ministros "no le rentará" en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.

"Es algo en lo que cree firmemente desde hace 20 años y ahora no va a cambiar", sostienen sus más estrechos colaboradores. Hace unos días Feijóo rescató su propuesta para que gobierne quien gane las elecciones en ayuntamientos, diputaciones provinciales y comunidades autónomas y retó al presidente Pedro Sánchez a aceptarla. La oferta sigue en pie y seguirá hasta la misma noche electoral del 28M. Eso sí, en Génova insiste en que el compromiso debe ser en ambas direcciones.

Lo que sí tienen claro es que Feijóo no va a entregar a los socialistas Castilla-La Mancha en el caso de que sumara con Vox aunque el PP no sea la lista más votada si el PSOE no se compromete a cambio a abstenerse para investir a Mazón en Valencia si se diera el caso. Dudan de que Sánchez coja el guante porque ese pacto entre ambos líderes también le comprometería de cara a las elecciones generales de finales de año.

Aun así en Génova ya dan por descontado de que ganarán en Valencia y casi seguro que su candidato Carlos Mazón será el próximo presidente de la Generalitat empujado por las últimas informaciones acerca de los presuntos contratos irregulares del hermano de Ximo Puig. Los populares aprietan agitando de nuevo el fantasma de la corrupción y exigiendo la dimisión de Puig. La cara amarga de esa moneda es que necesitarán a Vox y los de Abascal ya han exigido entrar en el Consell con una vicepresidencia y varias consejerías replicando en modelo de Castilla y León.

También les llegan muy buenos datos de Aragón, Baleares, y La Rioja donde llevan semanas dando por segura la victoria. A Isabel Díaz Ayuso la colocan muy cerca de la mayoría absoluta reforzada por la polémica con el ministro Félix Bolaños en la fiesta del Dos de Mayo. A partir de hoy la fachada de Génova lucirá con una lona gigante con las caras de Ayuso, del alcalde José Luis Martínez-Almeida y de Feijóo.

En Sevilla habrá una batalla muy ajustada hasta el final pero afirman que están en condiciones de poder ganarla porque el 'sanchismo' allí "está muy tocado". El presidente de la Junta de Andalucía y uno de los barones con más influencia en el PP de Feijóo se ha marcado como objetivo hacerse con las ocho capitales andaluzas y se echará la campaña a la espalda. Desde el entorno de Juanma Moreno ya cuentan con que caerán del lado del PP el ayuntamiento y la Diputación de Huelva donde el apoyo de la ciudadanía a la causa de Doñana según sus datos ha caído hasta 25 puntos "porque la gente está muy harta". Cuentan que muchos municipios del interior de Andalucía donde jamás ganaba el Partido Popular ahora se decidirán por su papeleta. Sus encuestas les dan que en Granada ya están por delante del PSOE cuando hace unos meses les colocaban cuatro puntos por debajo.

Por mucho que reine el optimismo en Génova es seguro que muchos ayuntamientos y los gobiernos de comunidades autónomas tendrán que negociarse con Vox. Feijóo ya lo asumió de facto ante sus diputados y senadores la semana pasada. Aún así desde la dirección nacional del partido insisten en que no hay una estrategia global de pactos ya diseñada. Es algo a valorar aunque la palabra final la tendrá el presidente del partido.

Desde Andalucía reconocen que Juanma Moreno dirigirá la gestión de los pactos con Vox pero que lo hará "de manera compartida" con Génova. "No vamos a ir por libre y no vamos a meter en ningún apuro a Feijóo", admiten fuentes cercanas al presidente andaluz. Nada que ver con 2018 cuando Pablo Casado y su lugarteniente Teodoro García Egea monopolizaron toda la negociación con Santiago Abascal y los suyos para colocar a Moreno por vez primera en San Telmo.

En cualquier caso la cúpula del Partido Popular insiste en que lo único que contará la noche del 28M será quien gane las elecciones y que después ya se verán los pactos para amarrar futuros gobiernos. Sueñan despiertos con teñir el mapa de España de azul y calcar la misma imagen que el coordinador de campaña mostraba a su jefe y a sus compañeros de dirección esta misma semana.

Aun así auguran que Pedro Sánchez intentará "pervertir" el resultado insistiendo en que lo importante al final es sumar poder territorial a base de pactos a varias bandas. "Nuestros adversarios están pensando ya en hacer que el que ha perdido ha ganado. Eso es prostituir unas elecciones diciendo que lo importante no es quien gana sino el que gobierna" y a eso dicen, se niegan.