El 14 de abril de 1931 muchos españoles celebraron la llegada de la República, el nuevo sistema político. España dijo adiós a una monarquía parlamentaria, que se remontaba a 1876 y recibía exaltado el nuevo modelo republicano, que prometía más igualdad y luz. El 5 de mayo el Himno de Riego se adoptó como oficial, aunque los anarquistas no se sentían muy identificados con la melodía.
Las elecciones municipales del 12 de abril los españoles decidieron entre seguir con la monarquía de Alfonso XIII o instaurar una república. El resultado fue contrario a la Corona y la victoria fue para los republicanos.
Alfonso XIII no contaba con esta derrota, incluso estuvo de acuerdo en la convocatoria de elecciones porque creía que le podrían servir para recuperar la confianza de los ciudadanos en la monarquía tras la inestabilidad política que habían causado las dictaduras de Primo de Rivera y Berenguer. El resultado, sin embargo, obligó al monarca a salir de España.
Niceto Alcalá-Zamora asumió el mando de un Gobierno provisional formado por socialistas, republicanos y catalanistas de izquierdas que convocaron elecciones a las Cortes Constituyentes en junio de ese mismo año y, en diciembre, aprobaron la Constitución de la República Española con Manuel Azaña al frente del gobierno y Alcalá-Zamora como presidente de la República.
Esta consitución fue la primera en reconocer el sufragio universal, permitió la libertad de expresión y reunión, se legalizó el divorcio y los privilegios nobiliarios se anularon.
El gobierno de Azaña llevó a cabo una serie de reformas sociales e institucionales, las más importantes fueron la reforma agraria para eliminar la desigualdad social , la reforma educativa para disminuir el analfabetismo y una reforma política por la que disminuir la influencia de la Iglesia Católica en los poderes del Estado.
“El himno de Riego”, nacido como himno de los liberales en el siglo XIX marcando la historia contemporánea de España. El 5 de mayo de 1931 fue adoptado como oficial, aunque tras la proclamación de la República, se escuchaban mucho La Marsellesa, himno republicano de los franceses y La Internacional.
El himno de Riego ejerció de himno nacional en el Trienio Liberal (1820-1823), la Primera República (1873-1874) y la segunda (1931-1939). Sin embargo, los musicólogos aseguran que este generaba cierto consenso entre la coalición republicana al representar la lucha histórica contra la monarquía, pero algunos grupos de la coalición, como los anarquistas no se sentían recconocidos por la melodía.
El origen del himno de la República data de 1820. La letra es de Evaristo Fernández de San Miguel (1785-1862), un militar y noble español que se unió a la insurrección contra el monarca absolutista Fernando VII (1874-1833) que encabezó el asturiano Rafael del Riego (1784-1823), quien da nombre a la canción
Las proclamas de Riego hablaban de recuperar la Constitución de 1812 (conocida como La Pepa) y de instaurar una monarquía constitucional, que finalmente le costó la vida. Sin embargo, esa lucha del general contra el absolutismo fue la que lo convirtió en un ejemplo para muchos y lo que hizo del Himno de Riego un valor de consenso para la Primera República y, después, la segunda.
Tras el triunfo de los nacionales, Francisco Franco derogó el himno e impuso en España La marcha Granadera o Marcha Real como himno oficial español.
La letra del himno de Riego animaba la marcha de Riego con las tropas insurrectas que obligaron al rey a firmar la Constitución en 1820. Se sabe que la letra fue escrita por Evaristo Fernández de San Miguel, pero no del autor de la melodía.
Serenos, alegres,
valientes y osados,
cantemos, soldados,
el himno a la lid.
De nuestros acentos
el orbe se admire
y en nosotros mire
los hijos del Cid
Soldados la patria,
nos llama a la lid.
Juremos por ella,
vencer o morir
Blandamos el hierro
que el tímido esclavo
del fuerte, del bravo
la faz no osa a ver;
sus huestes cual humo
veréis disipadas,
y a nuestras espadas
fugaces correr.
Soldados la patria (etc.)
El mundo vio nunca
más noble osadía
Ni vio nunca un día
más grande en valor,
que aquel que inflamados
nos vimos del fuego
que excitara en Riego
de Patria el amor
Soldados la patria [...]
Su voz fue seguida,
su voz fue escuchada,
tuvimos en nada
soldados, morir;
Y osados quisimos
romper la cadena
que de afrenta llena
del bravo el vivir.
Soldados la patria (etc.)
Rompímosla, amigos,
que el vil que la lleva
insano se atreva
su frente mostrar.
Nosotros ya libres
en hombres tornados
sabremos, soldados,
su audacia humillar.
Soldados la patria (etc.)
Al arma ya tocan,
las armas tan solo
el crimen, el dolo
sabrán abatir.
Que tiemblen, que tiemblen,
que tiemble el malvado
al ver del soldado
la lanza esgrimir.
Soldados la patria (etc.)
La trompa guerrera
sus ecos da al viento
horror al sediento,
ya ruge el cañón;
y a Marte sañudo
la audacia provoca,
y el genio invoca
de nuestra nación.
Soldados la patria (etc.)
Se muestran, volemos,
volemos, soldados:
¿los veis aterrados
su frente bajar?
Volemos, que el libre
por siempre ha sabido
del siervo vendido
la audacia humillar.