Mes y medio faltan para las elecciones municipales y autonómicas del 28M y las estrategias de los partidos en los distintos territorios están ya decididas. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha querido marcar distancias de cara a las próximas elecciones autonómicas entre la "desquiciada" política que se hace en Madrid con tinte nacional y la que se ha de realizar en la Comunidad Autónoma.
Una política "desquiciada" de la que él quiere permanecer al margen, ha dicho y será por eso o porque prefiera la marca PSOE al reclamo de Pedro Sánchez en campaña, Page medio en broma medio en serio aseguraba que él "no tiene jefes" y que aunque se apellide Sánchez no es Pedro.
"A Paco Núñez y a mí nos pasa lo mismo; él se llama Paco Núñez y su jefe Nuñez Feijóo; y yo me apellido García-Page Sánchez y el presidente del Gobierno se llama Pedro Sánchez. Los dos compartimos apellido con el de arriba, pero ni el uno es Alberto ni el otro es Pedro. Esto es importante que la gente lo sepa, incluso en tono de humor", ha indicado.
Así, va a haber, ha dicho, "mucha operación de camuflaje", lo que se traduciría en "una frustración para la región" y para el electorado, que no debería "equivocarse sobre lo que se está decidiendo".
Según ha dicho, "se engañaría a la gente de la tierra si se dijera que la economía o la ganadería de la región depende de dimes y diretes de una política desquiciada en Madrid".
El otro "recado" que ha enviado el presidente de Castilla La Mancha ha sido a su homólogo catalán Pere Aragonés, después de que este insistiera este martes en la convocatoria de un referendum en Cataluña. Page le ha advertido que ellos serán los primeros en acudir al Tribunal Constitucional para presentar un recurso. Ha sido aquí donde ha dicho que no entiende las quejas cuando él habla de asuntos nacionales, ya que las autonomías son "parte del Estado".