Las últimas imágenes que nos llegan del fuego de Castellón, con las llamas acechando a zonas de población, ilustran a la perfección por qué estamos en el día más crítico. Porque las rachas de viento, que soplan a 70 km por hora y porque la escasísima humedad alimentan un incendio que deja ya casi 4.000 hectáreas calcinadas. Quienes dejaron sus casas en la zona de Teruel han podido volver para encontrar este panorama desolador.
Inagotables las llamas siguen emergiendo en el horizonte y los bomberos están inmersos en el día más complicado. Aceleran la propagación del fuego que mantiene una situación muy crítica en dos puntos. Uno de ellos está próximo al embalse de Arenós y cerca de municipios como Cirat, en la que los ciudadanos tienen "las maletas hechas y en la puerta de casa" mientras que los que tienen personas mayores en casa ya han bajado por seguridad. Los bomberos tratan de crear una línea infranqueable para evitar que las llamas atraviesen la carretera. El otro frente que preocupa está en el Barranco de Maimona. Zonas con un terreno casi inaccesible con muchos acantilados.
Un fuego que se originó cuando cuatro miembros de una brigada forestal limpiaban un camino con máquinas desbrozadoras que hoy han declarado ante la Guardia Civil. El "factor humano" fue el causante del inicio del fuego declarado el pasado jueves, que ha quemado alrededor de 3800 hectáreas, ha confirmado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé.Pese a que lo hicieron cuando no había riesgo extremo de incendio el resultado es un panorama desolador, más ceniciento.
El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha mostrado su confianza de poder "empezar a dar buenas noticias" a partir de las seis de esta tarde respecto a la evolución del incendio de Villanueva de Viver (Castellón) y la población evacuada a otros municipios "en este día tan difícil" por las condiciones meteorológicas adversas.
"La prioridad máxima, por eso se evacúa a las personas, es garantizar su seguridad y la de los efectivos que trabajan en la extinción", ha manifestado en una declaración institucional tras visitar junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el puesto de mando avanzado (PMA) instalado en la localidad de Barracas. El presidente ha señalado que se pondrán todos los medios para los afectados y ha constatado que este desastre es consecuencia de una emergencia climática que se refleja en este calor anormal en marzo.
Respecto a la evolución del incendio, activo desde el pasado jueves, Puig ha explicado que "se está consiguiendo frenar su evolución" y que ahora quedan dos focos "con cierta ebullición, uno más que otro". Ha agradecido el apoyo de Sánchez y su "compromiso con esta tierra", además de trasladar sus ánimos a "todos los efectivos que trabajan activamente con convicción y determinación para acabar con este incendio" al lograr que el perímetro del fuego lleve "varios días contenido".
Como balance, Puig ha lamentado la "enorme dificultad" de las labores de extinción, con momentos "extraordinariamente complejos" este pasado domingo por la tarde, pero ha destacado la buena coordinación y que "no haya ninguna pérdida humana".
"El patrimonio natural nos afecta a todos en el corazón, pero el bosque mediterráneo se recupera y se recuperará", ha aseverado, y ha vuelto a garantizar que "los ciudadanos desalojados cuentan con todo el apoyo".
Previamente, en una entrevista a À Punt recogida por Europa Press, Puig ha apuntado que la Generalitat ha mantenido una reunión con las personas desalojadas, con quienes están en "permanente comunicación", y siempre priorizarán su seguridad y la de los efectivos que luchan contra el incendio.
En todo caso, ha subrayado que no hay afectadas ni casas ni pertenencias y durante esta jornada se verá la evolución del incendio para que "en la medida que se pueda, lo más rápidamente posible" puedan volver a sus viviendas, si bien ha insistido en la necesidad de priorizar la seguridad. "Si al final logramos que no haya daños humanos, será un éxito del conjunto de las fuerzas que trabajan en la extinción", ha considerado.
El 'president', que ha subrayado el apoyo del Gobierno a la Generalitat para la reconstrucción de una comarca y una provincia que, "desgraciadamente", vuelve a estar afectada por un incendio forestal, tras el del pasado verano de Bejís. En esta línea, ha apuntado que las administraciones están hablando ya de reconstrucción y de "atacar" al origen del problema que, a su juicio, en gran medida está vinculado a la despoblación del territorio.
Preguntado por si el cambio climático ha cambiado el paradigma de afrontar un incendio, Puig sostiene que hay una "cuestión coyuntural" y es que por el cambio climático se están viviendo momentos de "gran intensidad" en la extinción de los incendios, de lo que ha advertido que ahora pueden surgir "los 365 días al año" y no solo en verano.
Junto con el cambio climático ha citado la "deshumanización" del bosque" en el origen, porque "ya no es un espacio con actividad humana y eso ha llevado a que hay grandes masas de combustible que están ahí" y que hacen que "aunque tuviéramos todos los recursos del mundo, sería imposible hacerlo desde los gobiernos".
En esta línea ha abogado por "intentar establecer una alianza con la población local, agricultores y ganaderos, para un planteamiento más global y más allá de la política de extinción tradicional". "Si no tuviéramos la profesionalidad que tenemos en extinción, será un desastre permanente", ha resumido el 'president', que ha cifrado en más de 1.000 los incendios registrados en los últimos meses.
No obstante, sostiene que esto no debería ser "nunca" un argumento de confrontación electoral porque "sobrepasa cualquier límite partidario". "Tenemos que superar divisiones; es una cuestión de Estado y nadie tiene una varita mágica" porque ocurre en todos los territorios, por lo que "hay que ser muy prudente". "Pero con la oposición que tenemos en esta Comunitat Valenciana, desgraciadamente no lo veo muy efectivo porque se utiliza todo en todo momento" cuando "deberíamos estar en la misma causa y barco, contra los incendios y por la Comunitat Valenciana", ha concluido.
En la zona aragonesa del incendio la situación ha mejorado y eso ha permitido a casi 300 vecinos de Olba y de San Agustín regresar a sus hogares después de varios días desalojados. Informativos Telecinco ha atravesado un paisaje de campo calcinado, definido ahora en negros y grises, con zonas todavía humeantes que se puede divisar desde en la carretera que lleva a un barrio del pueblo de San Agustín especialmente castigado: la García.
Ahí se ve lo que queda del parque para niños, alguna estructura irreconocible, un vehículo devorado por las llamas. El fuego ha destruido 6 de las 7 casas que formaban la zona urbana. "Lo principal es que ayuden a los vecinos que ha perdido sus casas. Es lo primero que deberían hacer", confiesa el alcalde. Eso y analizar la situación de los usuarios de los vecinos que se han quedado sin vivienda. En otro barrio de San Agustín vemos a dos vecinos que acaban de regresar. No saben si hubo cortes de luz y se temen que toda la comida guardada se eche a perder. Al menos sus casas están intactas, también en los núcleos de Olba y San Agustín. Otra cuestión es un entorno desfigurado.