El Partido Popular quiere pasar rápido la página de la moción de censura en la que se abstuvieron y volver a marcar la agenda con la corrupción en el centro de su estrategia. Desde Málaga su número tres, Elías Bendodo, era el encargado de poner en marcha el ventilador con el caso Mediador, rebautizado por los populares como “caso Tito Berni”, y la dimisión de la directora de la Guardia Civil, María Gámez, tras la imputación de su marido por presuntas adjudicaciones irregulares en Andalucía.
Los populares tiran de hipérbole y afirman que la degradación del país es “galopante”, que estamos ante “la mayor crisis reputacional” por ‘Tito Berni’, o que es una cuestión de “emergencia” que el presidente Pedro Sánchez “salga por la puerta”. Todo con tal de que el balón de la corrupción vuelva a girar para meter gol en la portería del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
En Génova tienen grabado a fuego el hecho de que Pedro Sánchez llegara al Gobierno cabalgando a lomos de los casos de corrupción que hace un lustro acechaban al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Entienden que desalojarle ahora de La Moncloa por el mismo motivo tendría un componente de justicia poética. “No se puede llegar al Gobierno como el adalid contra la corrupción en una injusta moción de censura contra un presidente honesto como Mariano Rajoy y terminar enfangado en casos como el Tito Berni”, le reprochaba la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en el fragor del debate de otra moción de censura, la de Vox y Tamames.
Precisamente los populares culpan a Vox porque el “esperpento” de la censura de Tamames haya dado un balón de oxígeno a Sánchez justo en su momento de mayor debilidad, así que se apresuran a certificar que “ya pasó” y que ahora toca hablar de “la España real”. Traducido: volver a machacar con la ley del ‘sólo sí es sí’ y con la corrupción que según Génova “asedia” al PSOE, mientras abonan la figura de su jefe Alberto Núñez Feijóo como la única alternativa posible al ‘sanchismo’.
Mientras los populares intensifican la artillería contra el Gobierno de Pedro Sánchez con la munición que les proporcionan los últimos escándalos de corrupción, su presidente, Alberto Núñez Feijóo cultivará su perfil de presidenciable machacando con el mantra de ser “la alternativa”.
Este domingo presentará el programa electoral de su partido de cara al 28M en Guadalajara. Castilla-La Mancha es una de feudos que quieren arrebatar a los socialistas y donde creen que tienen bastantes posibilidades. Eso sí, sumando con Vox. El comité de campaña del PP, liderado por el exministro Íñigo de la Serna y la vicesecretaria Carmen Fúnez, lleva trabajando sobre el programa del 28M desde hace dos meses escuchando a colectivos de todos los ámbitos, de profesionales y de técnicos de todas las áreas.
La economía tendrá mucho peso. El PP propondrá entre otras cuestiones una tarifa de 50 euros para autónomos para los menores de 25 años que estén estudiando, una "tarifa cero" para el primer año de actividad de un autónomo y un ‘plan de relevo generacional’ con el objetivo de que "aquellos desempleados que estén en disposición de emprender tengan la posibilidad de continuar un negocio ya existente y que vaya a perder su continuidad por falta de sucesión".
El líder popular también ha pisado el acelerador para intensificar su agenda internacional. El martes pasado, justo cuando arrancaba en el Congreso el debate de la moción de censura contra Pedro Sánchez, Feijóo acudía a la embajada de Suecia para mantener un encuentro con los embajadores de la Unión Europea. Al día siguiente viajaba a Bruselas para cenar primero con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jueves reunirse con sus colegas Partido Popular europeo.
La semana que viene Alberto Núñez Feijóo viajará el jueves a Lisboa para reunirse con el presidente de la República Marcelo Rebelo de Sousa con el que mantiene una buena relación de sus tiempos como presidente de la Xunta de Galicia.
Uno de los objetivos estratégicos que se han marcado en Génova es conquistar el voto hispano que tradicionalmente era del PSOE. Esa tendencia ha empezado a cambiar ahora. El voto latino aupó a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones de hace dos años y Feijóo también aspira a reclutarlos aunque sea a golpe de reguetón. A eso se dedicó ayer en un acto con la colonia hispanoamericana afincada en Madrid con Ayuso, el alcalde Almeida y el cantante dominicano Henry Méndez.