En octubre de 2021, el Ministerio de Defensa de Austria alertó de un posible apagón en 2025. El aviso preocupó a otros países como España y, aunque la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, negó la posibilidad de que eso ocurriese aquí, muchos hicieron acopio de un kit para estar provistos ante esta situación. Ahora, un informe de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (Entso-e) ha advertido de los riesgos de seguridad del suministro del sistema eléctrico en Europa en los siguientes años.
Así, tal y como consta en el informe preliminar ‘European Resource Adequacy Assessment (ERAA) 2022’, --que ha evaluado la seguridad del suministro eléctrico en 2025, 2027 y 2030--, un gran volumen de la capacidad de los combustibles fósiles puede estar en riesgo de ser económicamente inviables a medio plazo si no se pone en marcha ningún mecanismo.
Esto significa que algunos países de la UE, entre ellos, España podrían sufrir un gran apagón si las centrales de carbón y de gas (ciclos combinados) se ven obligadas a cerrar y se dan otra serie de circunstancias, de acuerdo a este informe.
En concreto, especifican que si se cumplen los objetivos previstos en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que ahora se encuentra en revisión, se darían de baja entre 9 570 y 10 110 MW de potencia térmica (540 MW de carbón y el resto ciclos combinados), y entrarían 1 000 MW de demanda flexible. Como resultado, España tendría 6,7 horas de energía no suministrada en 2025, 1,9, en 2027 y 1,5, en 2030.
Para entender el riesgo, entre otras cosas, hay que tener en cuenta que Red Eléctrica fija como 3 horas el límite aceptable para la seguridad de suministro, por lo que en 2025 podría darse un apagón si no se toman medidas.
Red Eléctrica ya se ha pronunciado sobre este informe preliminar, precisamente, en un anexo del mismo. En calidad de uno de los principales gestores europeos de la red eléctrica pone en duda el análisis y apuesta por realizar un informe por separado de la situación nacional que complemente este ERAA 2022.
Considera que genera incertidumbre porque no se ha tenido en cuenta que el PNIEC está en revisión, y que hay variables que son inciertas aún: que no se sabe cuál será la penetración de renovables y almacenamiento, que la cogeneración y su rendimiento es aún incierto, que la nuclear francesa puede que continúe con problemas, que el carbón podría mantenerse si los precios del gas suben o que la interconexión con Portugal no se incrementará el próximo año.
Por otro lado, este ERAA 2022 está siendo examinado por los reguladores (ACER), que aún no ha dado su opinión al respecto y está previsto que lo haga el 28 de febrero.