Una despedida, entre aplausos y lágrimas. en Algeciras, todavía conmocionada por el asesinato del sacristán Diego Valencia a manos de Kasin Yazan. La trágica pérdida es enorme. El Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Monseñor Rafael Zornoza, que ha presidido el funeral ha recordado que este hombre ha muerto "por su fe".
La iglesia de Algeciras, con capacidad para 1.200 fieles no dio abasto a todas las personas que querían dar el último adiós a Diego Valencia y muchos esperaron a las puertas con lágrimas en los ojos y en shock por lo que ha ocurrido.
Una familia rota que llora al hombre tan querido entre sus vecinos. Su hijo ha tenido la entereza de acompañar a su padre hasta el último momento, cuando el féretro fue trasladado al cementerio de la localidad.
Los homenajes no dejan de sucederse y el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha propuesto que una plaza pública de la ciudad lleve el nombre de Diego Valencia. Este lugar sería "una de las mejores maneras que la ciudad puede tener para homenajear la memoria de alguien a quien, la sinrazón ha arrebatado lo más sagrado, la vida, y que siempre fue un ejemplo de ayuda a los demás".
Además, ha solicitado que los dos agentes de la Policía Local que detuvieron al asesino, sean condecorados. Desde la comunidad musulmana ha trasladado su pésame por lo ocurrido y el rechazo a la violencia y la muerte.