El PP empieza la precampaña intentando desactivar esta piedra en la zapatilla electoral del líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que le pone Vox, su socio en Castilla y León y veremos en dónde más tras las próximas elecciones de mayo.
No estaba el aborto y esas medidas supuestamente disuasorias y de presión a las mujeres en la agenda electoral de un PP que vende moderación.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Sevilla, en un acto político de precampaña ha hecho referencias muy claras a la polémica medida para disuadir a las embarazadas de abortar.
Sánchez acusa al PP de haber tomado el camino de la ultraderecha.
Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también ha criticado hoy la polémica medida del ultraderechista vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de Vox, de obligar a todas las mujeres que quieran abortar, y a los médicos, a escuchar los latidos del feto y a realizarse ecografías en 4 dimensiones antes de proceder a la interrupción voluntaria del embarazo.
“Necesitamos sumar”, ha insistido una y otra vez en Barcelona, arropada por la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, utilizando el nombre de ese proyecto para invitar a un cierre de filas en el espacio ideológico que trata de liderar.
La vicepresidenta aún no ha confirmado si será candidata en unas futuras elecciones generales y está pendiente de definir el encaje con Podemos, al que ha parecido dedicar una indirecta al decir que "la política no es hacer ruido, sino dar tranquilidad a la gente".
Su prioridad inmediata es SUMAR, según ha dicho insistentemente. Dice que su objetivo no es ganar unas elecciones, sino "ganar el país".