Que la noche duele, sobre todo, la de Reyes lo sabe bien Melchor. Empieza dándolo todo en Churriana de la Vega. Y claro, en Barcelona tiene un pequeño mareo que solventan los servicios sanitarios. Eso sí, cae rendido en Bizkaia. Pero, por lo menos, no de cabeza como hace siete años. Peor se le ha dado a su réplica hinchable en Ávila. No es el único que se ha desinflado. El Baltasar de Alicante ha salido, pero doblado. Imposible saber qué era eso que desfilaba Aranda de Duero.
Al Pinocho de Ponteareas le ha costado mantener el tipo. A rastras ha terminado este muñeco de nieve en Cádiz. Digno sucesor del famosísimo oso torcido. Ha sido la estrella de la cabalgata. Termina la Navidad por todo lo alto.
Y la noche también ha sido para los pequeños la del insomnio y los nervios. Han dado paso a la alegría, los gritos y los saltos de felicidad, que se han sucedido desenvolviendo regalos. Pero también ha habido decepciones. Otros se han quedado sin palabras. Los padres disfrutan tanto como los hijos en un día como este.
Además el tiempo ha acompañado para estrenar todos esos regalos. Sol y temperaturas cálidas en este día de reyes que invitaban a dar, como mínimo, un paseo al aire libre. Mirando al cielo encontramos el mejor regalo de este día de Reyes, un sol espléndido en San Sebastián que permite improvisar un partido en la playa con la nueva equipación o salir a la calle a estrenar eso que han dejado sus majestades un viernes que ha comenzado sobre ruedas también en Bilbao o en Málaga donde rozan los 20 grados. De norte a sur el sol es el gran protagonista. En Canarias los termómetros marcan 28 y la playa es el escenario perfecto para disfrutar de ese juguete tan deseado. En Valencia se animan hasta a darse un baño. Saborean estos rayos porque a partir de mañana llegarán las lluvias.