Pedro Sánchez no asistirá este jueves a una de las votaciones más trascendentales de la legislatura en el Congreso. El Gobierno culminará su reforma judicial exprés que deroga el delito de sedición y rebaja el de malversación con un malestar creciente en el PSOE y con el debate sobre un referéndum en Cataluña propuesto por ERC abierto en canal. El presidente se encuentra en Bruselas y será allí, en una rueda de prensa, donde valorará la actualidad política española monopolizada por la reforma del Código Penal que beneficia a los líderes independentistas del 1-O.
La proposición de ley del PSOE y de Podemos, registrada hace poco más de un mes, saldrá adelante en tiempo récord con los votos de PSOE, Podemos, ERC, el PNV y otros socios minoritarios y contará con el rechazo frontal de la derecha que considera que estamos en un momento excepcional, el más negro de la democracia, con un presidente que ataca al Estado y al orden constitucional.
Al ruido dentro del PSOE con los barones más críticos, Emiliano García-Page y Javier Lambán, abiertamente en pie de guerra contra Sánchez se ha sumado que Salvador Illa, el líder de los socialistas catalanes, ha resucitado la idea de una consulta de autogobierno en Cataluña, la posición histórica del PSC. En una entrevista en El Confidencial, el que fuera ministro de Sanidad dijo que "si, fruto del diálogo entre catalanes y sus partidos, se llega a un consenso y a un mínimo acuerdo sobre cómo organizar el autogobierno de Cataluña que competa a la comunidad catalana, estoy de acuerdo y me parecería bien". No sería en ningún caso, sostiene el dirigente catalán, una consulta para una ruptura, para la autodeterminación.
Illa, en el Parlament de Cataluña, reclamó a ERC que dejase de engañar y tuviese la valentía de decir la verdad, que no habrá referéndum y que los catalanes han pasado página a una "década perdida y al procés". Aunque marcó una línea roja y recalcó que los socialistas catalanes nunca se posicionarán a favor de una consulta para la independencia, sus palabras añadieron más presión sobre el Gobierno que tuvo que salir a aclarar que esa consulta no tiene nada que ver con el referéndum de autodeterminación que quiere Esquerra con una participación mínima del 50% y un apoyo de al menos el 55%.
Los populares, con Alberto Núñez Feijóo al frente, azuzan con que es el primer paso en el camino hacia el referéndum. El PP insiste en no dar ninguna credibilidad al Ejecutivo cuando dice de forma tajante que no se producirá.
Este miércoles varios miembros volvieron a trasladar ese mensaje. Por tres veces lo machacó la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero. "Ya le digo yo que con un Gobierno de Pedro Sánchez no va a haber ningún referéndum en Cataluña, ni en ningún sitio". Para Montero, la propuesta de Illa de preguntar a los catalanes sobre un nuevo Estatut es una cuestión totalmente distinta. En Moncloa inciden en que desde que Sánchez está en Moncloa no se ha producido ninguna consulta y con el PP gobernando hubo 3.
"Eso no va a suceder", dijo la ministra de Justicia, Pilar Llop. "Los referendos son ilegales y no caben en la Constitución", trasladó la titular de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría. "No va a haber un procedimiento fuera de los cauces hoy establecidos de la Constitución y el estatuto de autonomía", sentenció Miquel Iceta, ministro de Cultura y anterior líder del PSC que reivindica que una consulta sobre un nuevo Estatuto es una solución enmarcada dentro de la Constitución.
El referéndum ha añadido más leña al fuego en un debate ya caliente desde el inicio. El malestar en el PSOE por la rebaja de las penas por el delito de malversación aumenta día a día. A las durísimas críticas contra Sánchez del presidente de Castilla-La Mancha se han unido las del presidente de Aragón, Javier Lambán.
Si Page denunció que no es tolerable ni de izquierdas pactar con los delincuentes y dejó caer que lo que está pasando no se va a olvidar en las urnas, Lambán ha reclamado que se agraven las penas para la malversación de fondos públicos para cometer un delito como el que hicieron los independentistas, destinar dinero para un referéndum ilegal y declarar la independencia de Cataluña.
Nadie ha querido hacer sangre públicamente contra Page aunque sus declaraciones han irritado al Gobierno. Varios ministros se limitaron a decir que no las compartían. María Jesús Montero fue un paso más allá: "Mi sentido de la lealtad y del respeto me impide dar mi opinión".
Salvador Illa reveló que intercambió mensajes con Page al que trasladó "de forma cordial y afectuosa" algunas reflexiones. La necesidad de tener altura de miras para garantizar la convivencia, la concordia y el reencuentro, que lo que es bueno para Cataluña es bueno para España, porque Cataluña es parte de España y que el PSC ha garantizado, garantiza y garantizará siempre el cumplimiento íntegro de la Constitución en esa comunidad.
En cualquier caso algunos socialistas en privado expresan sus serias dudas e incomodidad con la rebaja de la malversación, una medida difícil de explicar al electorado socialista porque afecta a los condenados por corrupción. La rapidez inusitada de la tramitación, sin tiempo para un debate sosegado, también genera inquietud en el partido a tan solo seis meses de enfrentarse a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
El diputado vasco Odón Elorza se quejó en una reunión interna del grupo socialista por la celeridad, alertó del coste electoral y responsabilizó a Moncloa de dar munición a la derecha en un momento en el que los socialistas tendrían que estar centrados en vender las bondades de los presupuestos.
Los diputados del PSOE tendrán que votar este jueves la reforma y el PP vuelve a apelarles para que rompan la disciplina marcada por su partido. Feijóo insta especialmente a los parlamentarios de Castilla-La Mancha y Aragón a que, siguiendo la estela de sus presidentes, rechacen la proposición. Los populares ya lo intentaron en la toma en consideración forzando una votación nominal en el pleno para que toda la bancada socialista se retratase. Aquel día no hubo fugas, veremos qué pasa este jueves.