El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha considerado que hoy es un día "muy duro" por el acuerdo entre el Gobierno y ERC para rebajar las penas por el delito de malversación, subrayando que "no es tolerable pactar con delincuentes su propia condena". También destacó que los delincuentes no están arrepentidos, sino marcando su hoja de ruta hacia la independencia.
Nunca hasta ahora el presidente castellanomanchego había sido tan duro con una decisión del gobierno. Y eso que siempre se ha mostrado crítico con determinadas políticas que se han tomado respecto a Cataluña. Estas declaraciones, ahora, tienen la apariencia de una ruptura con Pedro Sánchez.
"Sí, es un momento duro que me duele como español y militante, aunque no sea una decisión orgánica. Le hablo como presidente de comunidad autónoma, en el rango de absoluto afectado", ha agregado, en una comparecencia en la que se ha comprometido expresamente a presentar en próximas semanas una iniciativa legislativa --"vacunada contra cambios de opinión"-- que "impida consultas que no afecten al conjunto de los españoles".
Con todo, ha dicho que no avala que ahora el PP pida rebeldía en el PSOE, recordando que parte del problema de Cataluña es culpa de los 'populares'.
Además, ha considerado que este movimiento no arreglará el problema independentista en Cataluña, ya que quien sea independentista "seguirá siéndolo".
"Solo un ingenuo, un santo, se cree que esto disuade a los independentistas de seguir su camino", ha abordado el líder del Ejecutivo castellanomanchego. "De estos polvos, vendrán más lodos".