En Génova han encontrado en los efectos perversos de las rebajas de penas a agresores sexuales de la Ley del ‘solo sí es sí’ una oportunidad de oro para desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez. Todo el PP en tromba ha salido a pedir la cabeza de la ministra de Igualdad, Irene Montero, sólo 24 horas después de haberlo descartado. Claro que la política es una trituradora a la que se le mete el turbo y pulveriza las declaraciones en cuestión de horas.
"Basta ya de ministra inmaduras e infantiles", disparaba la número dos del PP, Cuca Gamarra. “Ella es la responsable de sacar a los violadores de la cárcel”, clamaba Isabel Díaz Ayuso en su huida hacia delante permanente, aliviada porque la crisis de la sanidad madrileña ha sido desplazada de las portadas por la ministra Montero. "Sí o sí tiene que dimitir", remataba el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Los populares apuntan a Montero pero la pieza a batir es Pedro Sánchez y así lo ha dejado claro su presidente Alberto Núñez Feijóo ante sus colegas europeos. Feijóo ha urgido a Sánchez a asumir responsabilidades mientras le responsabilizaba directamente de desproteger a niñas y mujeres.
"El presidente Sánchez tiene que decidir si la responsabilidad última de la desprotección de las niñas, de las adolescentes, de las mujeres españolas es de la ministra de Igualdad, de la ministra de Justicia o de la dos a la vez. O directamente debería asumir Sánchez toda la responsabilidad ya que ha sido el Consejo de ministros el que aprobado esta ley", subrayaba desde Lisboa después de que el Jefe del Ejecutivo defendiera la ley para después sumirse en un sonoro silencio.
En Génova no albergan ninguna duda. Sánchez no dejará caer a la ministra de Igualdad porque "no puede" y ya han fabricado el argumentario para lanzarse a su yugular. "Esta ley es tan de Sánchez como de Montero", apunta uno de sus principales fontaneros Miguel Tellado. "Sánchez no puede cesarla y ella no se va porque está pegada al sillón del ministerio con pegamento Super Glue de los activistas de los museos", explica a NIUS una diputada de la máxima confianza de Feijóo.
La crisis abierta con el 'solo sí es sí' le sirve a Feijóo para erigirse en única alternativa a Sánchez frente al resto de partidos (salvo Vox) que apoyaron con su voto la norma que ahora piden rectificar. Incluido Ciudadanos. Los populares se la devuelven así a los naranjas que no dejan de presionar con la moción de censura.
En Génova acumulan argumentos y se piensan ya tomar la calle. Algo que no descartan y que podrían hacer de la mano de alguna asociación de la sociedad civil que les sirva de plataforma. La supresión de la sedición, la modificación de la malversación de la que podrían beneficiarse el expresidente andaluz, José Antonio Griñán, pero también Puigdemont y los condenados del 'procés' o la amenaza de la recesión podría animarles a dar el paso. Lo que sí tienen claro es que no quieren otra foto de Colón. Vox no les marcará la agenda y no se sumarán a las manifestaciones que la formación de Abascal ya ha convocado para este domingo en Barcelona y al que viene en Madrid.
De momento Feijóo se queda en acusar a Sánchez de "desarmar la democracia española" por sus cesiones a los independentistas y a los populistas y de "abdicar" de la centralidad para sumir a España en una "grave crisis" y poner en peligro la división de poderes y la unidad de España. Un panorama apocalíptico dibujado ante sus homólogos del Partido Popular Europeo.
Si el PP se piensa lo de disputarle a Vox la calle, los de Abascal responden elevando la presión sobre el PP para que lidere una moción de censura contra Pedro Sánchez. Insisten en que ellos ya cumplieron hace dos años y que si el PP les hubiera apoyado se hubieran "evitado muchos de los problemas que tenemos hoy". Una afirmación que no se ajusta del todo a la verdad. Ni antes ni ahora la derecha tiene los votos necesarios para desbancar el Gobierno de coalición. "Las mociones de censura se presentan para ganarlas", zanjan desde Génova desechando de momento la idea.