La resaca de la manifestación en defensa de la sanidad pública del domingo pasado ha llegado hasta la Asamblea de Madrid. La respuesta a las protestas de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha sido exigir la dimisión de la ministra Irene Montero por "sacar a los violadores de la cárcel" con la Ley del 'sólo sí es sí'.
"Su ministra que acusa a los jueces cuando es ella la responsable de sacar a los violadores de la cárcel debería dimitir y ustedes tomar nota", reclamaba entre aplausos de los suyos. Ayuso se adelanta así a su jefe Alberto Núñez Feijóo que de momento prefiere forzar al Gobierno de Pedro Sánchez a dar marcha atrás y modificar el texto impulsado por Igualdad antes de reclamar dimisiones.
Si Ayuso exige la dimisión de la ministra de Igualdad, toda la izquierda en boque responde con el cese del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. "Es una política sin alma. Desalmada. La 'marea blanca se la va a llevar por delante', vaticinaba la portavoz de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto. "Nos manifestamos para decirle que se equivoca. Baje la soberbia y tome decisiones empezando por cesar a su consejero de Sanidad", le pedía el socialista Juan Lobato. "Está en huida hacia delante. Su mayor enemiga es su propia soberbia", le reprochaba la dirigente de Más Madrid, Mónica García.
Como es habitual a la presidenta de Madrid no le han hecho mella ninguna de esas críticas. No piensa cesar a Ruiz Escudero, al menos de momento, y advierte que las manifestaciones y las huelgas no le van a hacer cambiar de rumbo. Ayuso no se mueve de su posición de desdeñar las protestas que reduce a un "boicot" contra ella y un intento de "arrebatar la democracia liberal a través de la calle".
"No gobiernan las manifestaciones. Las manifestaciones van al peso. Aquí lo que gobierna es la democracia representativa. Tendrá la ira pero no tiene la razón. Manifestaciones sí, boicots no. La sanidad pública es de todos", le espetaba a Mónica García después de desplegar todos sus clásicos. Bildu, ETA, los impuestos, la defensa del Valle de los Caídos y ahora la Ley del 'sólo sí es sí'.
Mientras todos los partidos de izquierda cercan a la presidenta de Madrid por la gestión de la crisis sanitaria y de las urgencias extrahospitalarias, Vox también se apunta al desgaste de Isabel Díaz Ayuso. Su líder en Madrid, Rocío Monasterio, le exigía "dejar sin un duro" a los sindicatos que "luego incendian las calles".
Ayuso que sigue muy molesta con Vox por dejarla sola en esta crisis sanitaria le ha advertido contra alinearse con la izquierda. "No hay que equivocar los cañones", le ha reclamado.