La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha encontrado en la reforma del delito de sedición una oportunidad para apretar las clavijas a un Partido Popular que prácticamente ha engullido todo su espacio político. Arrimadas ha exigido hoy al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que presente una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante "el mayor ataque a la democracia española".
Los naranjas no pueden hacerlo porque se necesitan al menos la décima parte de los miembros del Congreso de los Diputados, esto es 35 diputados que no tienen, pero el PP si puede liderarla.
"Esto es tan grave que como mínimo esto lo que provocaría es la presentación de una moción de censura por parte del líder de la oposición. Esto al menos impediría que a Pedro Sánchez le salgan los plazos porque frenaría la tramitación de esta infamia", atornillaba Arrimadas desde la sala de prensa del Congreso.
Una demanda que de momento no atiende el Partido Popular. Su número dos, Cuca Gamarra, no ha entrado al juego naranja y en cambio ha recordado a Inés Arrimadas que ella decidió abandonar Cataluña y no someterse a una investidura cuando Ciudadanos ganó las elecciones en 2018.
"No entramos en otro tipo de aspectos. La señora Arrimadas podría haberse quedado en Cataluña y podría haberse presentado como presidenta de la Generalitat en una investidura si hubiera querido", ha advertido.
La secretaria general del PP tampoco ha querido adelantar los próximos pasos que dará su partido en su oposición frontal a la reforma del delito de sedición.