El Partido Popular tira de clásicos y cuando se cumplen 40 años de la victoria de Felipe González rescata la figura del “señor X” para asediar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ahora no son los GAL sino el expresident Carles Puigdemont fugado de la justicia en Waterloo, con el que los populares dicen que Moncloa ha negociado el abaratamiento de la sedición.
“¿Quién es ese nuevo señor X del PSOE que fue a ver a Puigdemont? ¿Quién ha ido a negociar el Código Penal a la medida de los líderes golpistas?”, preguntaba la número dos del PP, Cuca Gamarra, haciendo de la sedición munición electoral contra el Gobierno tras la ruptura de las negociaciones del Poder Judicial.
Uno tras otro todos los diputados del PP han ido con la misma pregunta a los ministros de Sánchez entregados a la misión de “averiguar” quién es el “nuevo señor X” que según Puigdemont le ofreció un “buen trato judicial”. En una carta que ha hecho pública el pasado fin de semana, el expresident revela que emisarios del PSOE le visitaron para ofrecerle “expectativas de un buen trato” judicial a través de una reforma del Código Penal o de un indulto si comparecía ante el Tribunal Supremo
“¿Fue usted la encargada de negociar con un prófugo de la Justicia?”, interrogaban a las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Rivera. El asedio continuaba con el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska. “¿Fue usted el encargado de negociar con Puigdemont y que no le detuviera la justicia?”, continuaban inasequibles al desaliento. Y así con todos.
Preguntas que no han tenido respuesta alguna por parte de nadie del Gobierno más allá de las caras de estupor del presidente Sánchez y de sus ministros. Sólo el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha querido dejar claro que la situación en Cataluña es "evidente" que ahora es mejor que hace cinco años y de paso atacar al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo.
"El liderazgo de Feijóo está tocado y hundido. Es un nuevo líder fallido del PP. A la tercera va la vencida", ha asegurado en línea con la estrategia marcada por Moncloa de intentar desacreditar a Feijóo como líder del PP.