Sánchez volvía al Congreso para tener su primer cara a cara con el PP tras la ruptura de las negociaciones para renovar el CGPJ. La sesión de control ha servido de termómetro para certificar que las relaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición pasan por su momento más tenso y los puentes están rotos. Las posibilidades de entendimiento parecen imposibles en este momento y la estrategia de Moncloa será redoblar la presión sobre el PP para exigirle que cumpla la Constitución. Fuentes del Gobierno añaden, que sepan los españoles qué líder de la oposición es Feijóo.
La pregunta que la número dos del PP, Cuca Gamarra, tenía prevista para el presidente del Gobierno era sobre la economía, pero ella misma ha sacado la crisis del Poder Judicial al plantearle a Sánchez que sus pactos con los independentistas "le inhabilitan" para buscar el interés general. Le ha reprochado sus hipotecas con los que desprecian la convivencia y le ha pedido que en sede parlamentaria renunciase a modificar el delito de sedición como le exigen los soberanistas. También le ha exigido que aclare quién es el "señor X" del PSOE que visitó al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
En su réplica Sánchez ha cargado contra el PP, su oposición "negacionista" y su falta de argumentos. Le ha afeado a Gamarra que los populares reparten carnets de "españolidad y constitucionalismo" pero cuando el PP estuvo al frente del Gobierno España estuvo "cerca de poder romperse". Ha vuelto a denunciar que para el PP los Ejecutivos son legítimos solo cuando gobiernan ellos.
"¡Basta ya y cumplan con la Constitución!", ha proclamado Sánchez al finalizar su intervención. Es el llamamiento que repite el presidente desde que se rompieron las conversaciones. Antes había denunciado que Alberto Núñez Feijóo comenzó proponiendo una bajada de impuestos y vino el fiasco de Lizz Truss en Reino Unido, habló de timo ibérico y ahora es una medida que aplaude la Comisión Europea, votó en contra de la gratuidad del transporte público de la que se benefician miles de españoles y se opuso al impuesto a las energéticas que en estos momentos defienden varios organismos internacionales.
Por lo demás, el presidente ha defendido sus medidas económicas y ha puesto encima de la mesa varios datos como los 20 millones y medio de afiliados a la Seguridad Social, el crecimiento de la economía al 4% o los datos de inflación. Cifras que para Sánchez constatan "la validez y la eficacia" de sus propuestas. "Pese a las dificultades y a su oposición negacionista", ha dicho, el Gobierno avanza y protege a la mayoría social del país.
Gamarra, que había calificado la política económica del Gobierno como "propaganda" que no paga las facturas de la compra de los españoles, ha denunciado que Sánchez siempre que tiene oportunidad de elegir entre unos y otros ha escogido siempre el "populismo, el radicalismo y el independentismo" en vez del PP y el sentido de Estado.
Uno de los asuntos con los que más ha atacado este miércoles el PP a los miembros del Gobierno es con la carta que Puigdemont ha hecho pública recientemente en la que ex expresidente de la Generalitat fugado afirma que durante estos años ha recibido a "gente del PSOE" que le prometió "expectativas de un buen trato, vía reforma del Código Penal, y un indulto", aunque siempre condicionado a que compareciera al Tribunal Supremo.
Varios diputados del PP han interrogado a todos los ministros del banco azul si eran ellos los que habían visitado a Puigdemont. "¿Fue usted el encargado de ir a Waterloo a negociar con Puigdemont?", ha sido la pregunta repetida.
Para Gamarra "ese nuevo señor X del PSOE" para negociar un Código Penal "a la medida de los golpistas" actuó bajo las órdenes del presidente del Gobierno. "Usted no tiene palabra", ha enfatizado Gamarra. Frente a eso ha defendido a su jefe de filas: "Feijóo tiene palabra, principios políticos y conciencia. Y usted no, esa es la diferencia".
La ruptura de las negociaciones ha sobrevolado todo el pleno. El ministro Félix Bolaños, el negociador del Gobierno con los populares, ha calificado al PP como un partido "antisistema" y ha concluido que Feijóo ha quedado "tocado, probablemente hundido" tras el fracaso. "Es un líder fallido, a la tercera irá la vencida", ha afirmado en alusión a la caída de Pablo Casado como presidente del principal partido de la oposición.