Las negociaciones para renovar el CGPJ, tras cuatro años de bloqueo, han naufragado por quinta vez y lo han hecho en el último minuto. Ahora se abre un escenario de más parálisis judicial, con un CGPJ vetado para hacer nombramientos.
A día de hoy, son 1.424 días de bloqueo. Es impredecible lo que pueda hacer el CGPJ. Mucho antes de la dimisión de su presidente, Carlos Lesmes, la parte progresista del CGPJ llegó a proponer la posibilidad de una dimisión en bloque, pero se descartó porque no todos estaban dispuestos.
La situación no es nueva, pero cada fracaso agrava más la parálisis judicial que ya tiene contra las cuerdas al Supremo, al Constitucional, a varios tribunales superiores de justicia y a unas cuantas audiencias provinciales, ante la imposibilidad del CGPJ de nombrar jueces, a excepción de los dos que tiene que nominar para el Tribunal Constitucional y que algunos vocales se resisten a nombrar.
Total, que la situación, que ya es endiablada seguirá siéndolo sine die.
Ahora mismo, hay 65 vacantes en la cúpula judicial porque el CGPJ no ha podido ocupar los asientos de los que se han ido jubilando. Según información del propio Consejo, cuando acabe este año esas vacantes subirán a 71.
De las 65 vacantes actuales, 16 son el Tribunal Supremo -el 20% de la plantilla-. El resto se reparten entre tribunales superiores de justicia, audiencias provinciales y audiencia nacional.
Es una incógnita. El senado tiene que nombrar a un magistrado. El Gobierno a dos y el CGPJ a otros dos. Pero, los del Gobierno y el CGPJ van en el mismo paquete y los vocales del Consejo no consiguen ponerse de acuerdo.
Abrieron una mesa de negociación en su día, entre el sector progresista y el conservador. Los primeros ya tienen pensado quién es su candidato para el Constitucional, pero los conservadores se resisten. Dicen "que no encuentran" a ningún magistrado idóneo.
Tras la renuncia de Carlos Lesmes, los vocales mantuvieron la mesa de negociación, pero daban por hecho que ya no se tendrían que ocupar de eso. Así que ahora tendrán que retomar el asunto.
Las fuentes consultadas en el CGPJ no creían posible, días antes de la ruptura de las negociaciones, una dimisión en bloque. En ese sector hay vocales dispuestos a hacerlo, pero "sólo si dimiten todos", porque en el sector conservador la idea de la renuncia no ha cuajado, y ellos solos podrían acaparar todo el Consejo.
Pero el enfado es monumental en ambos sectores, así que habrá que esperar.
Por ahora seguirá la situación de interinidad y de bicefalia, con un presidente en funciones del Supremo -Francisco Marín Castán- y un sustituto provisional del Presidente en el CGPJ, Rafael Mozo.
Pero la designación de Mozo por parte de sus compañeros y en contra de un informe del Supremo está recurrida en la Sala de lo Contencioso, así que el Supremo responderá en las próximas semanas si esa bicefalia es legal.
Cuanto más se acerquen las elecciones, más complicado será que se renueve. PP y PSOE tienen que jugar sus cartas y afinar posiciones ideológicas que convenzan a su electorado y a sus posibles socios.
2023 será año de doble cita electoral: municipales y autonómicas en mayo y generales a final de año, así que el panorama se complica.