Pasaban las diez de la mañana cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, prometía a Esquerra reformar el delito de sedición desde la tribuna del Congreso. Horas antes el presidente Pedro Sánchez se pronunciaba en el mismo sentido y le ponía fecha: después de los presupuestos. Unas afirmaciones que han sentado fatal en Génova aunque de momento los populares se mantienen en proteger el acuerdo y desvincularlo de la sedición.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no rompe las negociaciones del CGPJ, pero desde Santander sí ha dejado patente su malestar por la intención del presidente Sánchez de modificar el delito de sedición. Fuentes de Génova desmienten al presidente Pedro Sánchez, que desde Pretoria había dado por cerrado el acuerdo, e insisten en que no está cerrado ni en lo que se refiere al CGPJ ni respecto al Tribunal Constitucional, aunque admiten avances.
"Las afirmaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, efectuadas esta mañana no se ajustan a la realidad. Si bien es cierto que hay avances en las conversaciones, todavía no se ha llegado a un acuerdo. No es cierto que la solución esté cerrada ni en el ámbito del Consejo General del Poder Judicial ni en el del Tribunal Constitucional", señalan desde la dirección nacional.
Feijóo ha advertido que si gana las elecciones agravará las penas por sedición e incluso la mera convocatoria de un referéndum ilegal tendrá una respuesta "contundente" en el Código Penal. Argumenta que así lo hacen democracias como la alemana, la italiana o la estadounidense. Pero se ha quedado ahí, tras un larguísimo discurso en el que ha avisado al Ejecutivo de que no se puede "engañar a todo el mundo todo el tiempo".
En este sentido, el líder de los populares ha exigido a Sánchez que aclare si está dispuesto a proteger España tras la "divergencia" de opiniones en el seno de Gobierno sobre este asunto.
"No sabemos exactamente hacia donde va el Gobierno. Hay contradicciones de distintos miembros del Gobierno y necesitamos saber si el Gobierno está dispuesto a proteger la democracia española o está dispuesto a sobrevivir como Gobierno", subrayaba.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contestaba desde su gira africana para recordar al líder de los populares que el acuerdo "está listo" y al igual que Feijóo lo ha dejado al margen de la reforma de este delito. Ambas partes se han conjurado en blindar las negociaciones para que lleguen finalmente a buen puerto tras 4 años de bloqueo .
Minutos antes la ministra Montero, que había dicho que la reforma llegaría a la Cámara, ha intentado calmar las aguas volviendo a la posición de siempre. Que el Gobierno no pone plazos para rebajar la sedición y que no habrá reforma del Código Penal si no existe una mayoría suficiente en el Congreso. La ministra se ha excusado asegurando que su palabras durante el pleno de Presupuestos se "debían al fragor de la batalla" y que no hay novedad sobre este asunto.
Hace sólo 48 horas su número dos, Cuca Gamarra, en esa misma línea se esforzaba por desvincular la sedición de las negociaciones sobre el CGPJ, a pesar de que la presión de Vox y Ciudadanos y de la derecha mediática es mucha.