El Partido Popular y el Gobierno enfrentan el tramo final de la negociación para desbloquear el Poder Judicial. Justo cuando ya estaban con los nombres les ha estallado la patata caliente de la reforma del delito de sedición a la que se había comprometido Moncloa con Esquerra. Los negociadores se empeñan en separar la sedición de un futuro pacto pero Ciudadanos y Vox no desaprovechan la ocasión para meter presión a los populares.
La número dos del PP, Cuca Gamarra, insistía esta misma mañana en desvincularlo de las conversaciones intensas que mantienen el ministro Félix Bolaños y el popular Esteban González Pons, para después dejar claro que votarán en contra si finalmente esta reforma del Código Penal llega al Congreso de los Diputados.
Para los populares la rebaja del delito de sedición es un "capítulo más de ese manual de resistencia" de Pedro Sánchez, que está "dispuesto a entregar cualquier cosa con tal de seguir en el poder".
"Tenemos un presidente del Gobierno que no tiene ningún tipo de líneas rojas a la hora de negociar con los independentistas con tal de poder él sacar adelante cualquier texto legislativo o unos Presupuestos, que le permitan afianzarse en el poder", ha manifestado, para añadir que éste es un "capítulo más" después de los indultos a los condenados por el 'procés'.
El Partido Popular intenta por todos los medios separar sedición de reforma del Poder Judicial para que no le salpique y así poder explicar un acuerdo a sus votantes y a su espacio mediático pero Vox y Ciudadanos han encontrado hueco para meter el dedo en la llaga.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, llamaba al PP "mayordomo de los enemigos de España" y su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, les recriminaba "pactar con el diablo" desde el Congreso de los Diputados. "Con este Gobierno el PP quiere malnegociar y chalanear los puestos del Poder Judicial. Resulta incomprensible", añadía. Los de Abascal están convencidos de que Génova llegará finalmente a un acuerdo con Moncloa pero que no será inminente porque intentarán primero "enfriar" la polémica de la reforma del delito de sedición.
En Ciudadanos también han ido a machete contra el PP. Califican la futura reforma del Código Penal de "gravísima" e "irreversible" y señalan a Génova como responsable necesario.
"Tiene que dejar de ser un PP 'sanchista' que pacta el reparto de jueces mientras los golpistas celebran con champagne", golpeaba su portavoz Edmundo Bal.
Mientras los ataques de Vox y Ciudadanos se multiplican, Gamarra subraya que su partido "busca las garantías para mantener y garantizar la separación de poderes y que el Poder Judicial tenga la independencia que necesita". Según ha dicho en una entrevista en Antena 3, esas negociaciones con el Gobierno están "muy avanzadas" y no ha descartado que pueda haber un acuerdo esta misma semana.
Gamarra ha afirmado que "lo importante no son los nombres" sino la "condiciones" que deben cumplir los que van a ser nombrados como miembros del CGPJ, de forma que se avance en un cambio en el sistema de elección que camine hacia lo que Europa marca y "no haya ningún tipo de vinculación política" de los nuevos vocales. Eso dejaría fuera a la juez Victoria Rosell, actual delegada para la Violencia de Género a pesar de que desde Podemos se insiste en incluir su nombre.