ERC, el PNV y Bildu, los socios de investidura del Gobierno, han dado un balón de oxígeno a Pedro Sánchez. Ninguno presenta enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado, los últimos de la legislatura con los que el presidente pretende llegar hasta finales de 2023 cuando están previstas las elecciones generales.
Los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos han mantenido el suspense hasta el último minuto y sobre la campana han anunciado que no vetan las cuentas públicas para dar espacio a la negociación. De esa forma el Gobierno despeja el camino y tiene los votos asegurados para que el PGE pase el primer examen parlamentario la próxima semana.
A las dos de la tarde de este viernes ha finalizado el plazo para que los grupos de la oposición pudiesen registrar sus enmiendas a la totalidad. En esta ocasión se han presentado 7. PP, Vox, Ciudadanos, Junts, la CUP, Foro Asturias y los diputados expulsados de UPN Sayas López y García Adanero solicitan la devolución del Presupuesto porque lo consideran electoralista y ficticio.
La votación se producirá el jueves que viene en el Congreso. El Gobierno solo necesita mayoría simple, más síes que noes, para tumbar esas enmiendas y si los partidos que no presentan veto votan en contra la suma asciende a 187 votos. Una cifra muy superior a los 159 que sumarían los votos a favor. En principio está prevista la abstención de Coalición Canaria y el BNG.
Las negociaciones se han mantenido hasta el último minuto entre Hacienda, el ministro Félix Bolaños y los representantes de los diferentes grupos parlamentarios. Esquerra defiende que con su decisión "da margen" para mantener abiertas las negociaciones que están en marcha, plenamente conscientes, aseguran, del contexto grave de crisis económica y social que vive el país.
Eso sí, los republicanos avisan de a pesar de renunciar a la enmienda a la totalidad todavía "están muy lejos de poder aprobar las cuentas". Los Presupuestos, según Esquerra, tienen un amplio margen de mejora, y deben ir acompañados de medidas estructurales exigentes en materia de vivienda, cambio de modelo energético, una adecuada financiación autonómica y local y reformas fiscales para paliar la situación de emergencia social.
ERC también reclama el cumplimiento de las inversiones en infraestructuras en Cataluña. El comunicado público hecho por Esquerra no hace referencia a una de las quejas que los independentistas catalanes vienen mostrando en los últimos días, la falta de avances en las "medidas antirepresivas" que exigen para las personas que todavía tienen causas judiciales pendientes por el procés. No se menciona tampoco su exigencia para reformar el delito de sedición.
El PNV también ha renunciado a vetar los Presupuestos tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno para renovar el cupo vasco, un asunto fundamental para Euskadi. Lo ha comunicado el portavoz de los nacionalistas vascos, Aitor Esteban, desde Bilbao. El pacto pasa por reformar la Ley Quinquenal del Cupo "en los mismos términos y los mismos parámetros" que la actual, que mantiene el índice de imputación en el 6,24%.
Bildu tampoco enmendará las cuentas públicas para continuar avanzando en las negociaciones. Los independentistas vascos advierten de que sus votos no están asegurados en la sesión del jueves e instan al Gobierno a ganarse los apoyos: "El Gobierno no debe dar por hecho ningún escenario, todas las opciones siguen hoy abiertas".
La voluntad de los soberanistas, dicen, es intentar alcanzar un buen acuerdo que responda a las necesidades sociales y económicas de la ciudadanía vasca.