Santiago Abascal decidió ayer apartar de las tripas de Vox a su "amigo, compadre y compañero" Javier Ortega Smith. El hasta ahora número dos del partido se convierte en uno de los tres vicepresidentes que tiene la formación. Eso sí, sin funciones ejecutivas después de haber ejercido un "control férreo" al frente de la secretaría general los últimos ocho años y que ha provocado un gran malestar en los territorios.
Ortega insiste en que fue él quien se lo pidió Abascal para poder volcarse en su candidatura para el ayuntamiento de Madrid. Algo que sin embargo no creyó oportuno en 2019 cuando como diputado nacional, secretario general, y abogado de Vox en el juicio del 'procés' también se presentó como cabeza de cartel a la alcaldía de la capital.
"No se puede conquistar Madrid sin dedicarle tiempo. No doy abasto. No me puedo quitar la tarea de diputado, la de Madrid tampoco", confesaba ayer a NIUS abandonando a galope la Carrera de San Jerónimo . "Tampoco puedes dejar de ser el padrino de mi hija", apuntaba a su lado y entre risas Santiago Abascal.
En Vox se esforzaban ayer por escenificar una unidad y una paz orgánica que con el 'culebrón' Macarena Olona abierto en canal, se hace difícil de vender y pasa factura en las encuestas. Abascal insiste en que se trata sólo de una "reorganización" de la cúpula del partido y lo desvincula de la gestión de la crisis con la alicantina y del cuestionamiento de Javier Ortega Smith entre un parte de las bases y de un buen puñado de dirigentes territoriales por su forma de desempeñarse como secretario general.
Se calcula que más de la mitad de sus concejales en toda España han sido expulsados o han abandonado las filas de Vox en los últimos tres años y todos le responsabilizan a él. El último es de ayer mismo, cuando el único diputado que le quedaba a Abascal en el Parlamento de Murcia decidió pasarse al Grupo Mixto.
“El partido sistemáticamente ha maltratado al afiliado en muchísimos sitios y todos responsabilizamos a Ortega Smith y la gente que pende de él”, contaba a NIUS hace unos días un destacado dirigente de Vox Murcia. La facción de partido que se declaró en rebeldía contra la dirección nacional y que ahora gobierna en coalición con el PP en la región. "Era un paso necesario para dar respuesta a las múltiples deserciones del partido y a las quejas de muchos afiliados", explica ahora a tenor de la salida de Ortega de la secretaría general.
"Las fricciones internas y los enfrentamientos siempre se vuelven en contra, y lo de Ortega Smith debe ser un intento por poner algo de pegamento a ciertas divisiones. Se les está complicando el tema", advierte una de las primeras represaliadas por la mano derecha de Abascal.
Se llevan a matar y ya no se molestan en ocultarlo. Macarena Olona denunció "falta de democracia interna" y señaló a Ortega como el responsable de accionar la “picadora de carne” contra ella hace dos semanas. El exboina verde advirtió ayer a Olona de que es "muy peligroso hacer experimentos en política" desde una emisora de radio. Olona que se la tiene jurada, tiraba a continuación de ironía para meter el dedo en la llaga y "agradecer" a Ortega su trabajo en Vox.
"Hoy sólo deberíamos tener palabras de agradecimiento. Gracias por tu servicio. España lo primero", colgaba en su cuenta de Twitter disparando con bala. "Es muy maja. Es un detalle por su parte", respondía Ortega Smith en su particular versión del 'dientes, dientes' de la Pantoja. A ocho meses de las elecciones municipales y autonómicas, el portavoz de Vox en el Parlament de Cataluña, Ignacio Garriga, cogerá desde ahora mismo las riendas del partido con la misión de configurar las listas electorales.
Con este último movimiento que pretende devolver la paz interna al partido, Abascal y los suyos se vuelcan ahora en su "fiesta patriótica" de este fin de semana. Una forma de tomar el pulso interno de la organización, exhibir músculo y comprobar de primera mano cómo se reciben estos cambios. Claro que en la anterior edición la estrella indiscutible fue Macarena Olona y sus bailes al ritmo de 'Los del Río'. Este año no hay Olona pero en Vox esperan a cambio contar con el plato fuerte de la ultraderechista Giorgia Meloni y potencial primera ministra de Italia para subir los ánimos.