El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado el paquete de medidas fiscales presentado ayer por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de "populismo fiscal". A los populares no les gusta nada el llamado 'impuesto de solidaridad' que en la práctica desactiva la eliminación de patrimonio aprobada por Madrid y Andalucía. Creen que invade competencias autonómicas y puede crear inseguridad jurídica. En este sentido las comunidades presididas por Isabel Díaz Ayuso y Juan Manuel Moreno, amagan ya con sendos recursos ante el Tribunal Constitucional.
Feijóo está convencido que el Gobierno de Sánchez habría actuado de otra manera si Cataluña hubiera eliminado el impuesto de patrimonio porque "se juega el propio Gobierno". El líder de los populares respalda las acciones judiciales que puedan emprender los barones populares. “Parece que en España cumplir con la Constitución no es rentable y tensionarla, sí”, denunciaba.
"Anuncian tasas e impuestos contra alguien o contra algo. Es un error y populismo fiscal. Las medidas que no buscan chivos expiatorios son las idóneas", aseguraba el dirigente popular en el Foro La Toja donde ha intervenido.
Feijóo ha advertido que la reforma fiscal del Gobierno presentada como un "castigo a determinadas empresas y contribuyentes" lo único que consiguen es "ahondar en las divisiones sociales y hacer más lenta y costosa la recuperación". Escuchándole los expresidentes Felipe González y Mariano Rajoy, además del alto representante de la UE, Josep Borrell.
El líder del PP sostiene que el Gobierno lejos de bajar impuestos, lo que ha hecho es subirlos de facto en 3.000 millones de euros, en lo que para él es una "mala gestión disfrazada de fiscalidad agresiva". Feijóo ha vuelto a echar en cara al presidente Sánchez que se haya olvidado de las clases medias, de la cesta de la compra al no rebajar el IVA, y que no las rebajas de impuestos para los más desfavorecidos no tengan efecto hasta el año que viene.
Alberto Núñez Feijóo ha asegurado que Sánchez está "sobrepasado" y que su reforma fiscal es "confusa, improvisada e inconcreta" y alejará las inversiones a otros países como Portugal. Una intervención aplaudida a su término por Rajoy pero también por el socialista Felipe González.