El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha iniciado su propio proceso de escucha con otras formaciones políticas. Hace una semana se reunió en secreto con el líder de Vox y después lo hizo con la vicepresidenta segunda del Gobierno. A Santiago Abascal apenas si le había visto de pasada en un par de ocasiones y eso que durante un tiempo compartieron siglas políticas. A Yolanda Díaz, en cambio, la conoce "muy bien". Han sido tres años atizándose en el Parlamento de Galicia con los papeles cambiados. Él como presidente de la Xunta y ella sentada en la bancada de la oposición.
Con Abascal compartió un frugal café y agua en una sala del hotel de las Cuatro Torres de Madrid. Una reunión a iniciativa del líder de extrema derecha y que según el PP duró una hora y según Vox más de dos. Yolanda Díaz le invitó a cenar hace unos días, después de pedírselo personalmente en verano. El plan era verse en Galicia pero el tiempo se les echó encima y terminaron quedando en Madrid.
Con los dos "habló de todo" en un ambiente "cordial", dispuesto a "salir de la trinchera" y normalizar relaciones "con todo el mundo" aseguran fuentes conocedoras de primera mano de ambos encuentros. Con ninguno hubo foto.
Recuerdan en el PP que la primera vez que coincidieron fugazmente Feijóo y Abascal fue hace 14 años en una ponencia del primero y que ya por entonces discreparon en sus posiciones. El jueves pasado se vieron por vez primera cara a cara y volvieron a constatar sus diferencias a pesar de coincidir en que la situación en España es mala, y "aproximar posiciones".
Según fuentes de Vox, Santiago Abascal le dejó claro que no piensa ser el "coche escoba" del PP. Que él no ha montado un partido político para luego "regalarle los votos" que pierden los populares a Feijóo sin nada a cambio. Traducido. Vox exigirá entrar en los Gobiernos del PP, incluida La Moncloa, si las urnas les proporcionan una posición de fuerza para negociar.
También le dejó claro que es imposible trazar un triángulo de alianzas entre Vox, PNV y PP. "Esa ensalada no va a ser. Me tendrían antes que matar", ha dicho en varias ocasiones Abascal remitiéndose a los estatutos de su partido que impiden taxativamente cualquier pacto con partidos separatistas. Algo que pudo comprobar, es plenamente consciente el líder popular.
Feijóo le contestó que su intención de gobernar en solitario si los números le dan. "No nos trasladó que quisiera contar con Vox pero tampoco lo contrario. Todo está muy abierto", aseguran fuentes del lado de la formación de Abascal.
El gallego le trasladó que su intención es intentar un Gobierno en solitario. La respuesta de Abascal que las mayorías absolutas en España se han terminado. Feijóo defendió su política de "cordialidad lingüística" y le recordó que él no es un "nacionalista peligroso" como le intentan presentar en Vox. Al final ambos quedaron volver a hablar. "La relación ahora es más fluida que con Pablo Casado", admiten en Vox. "Ya no hay un muro como había hasta ahora", dice desde el PP.
Tras filtrarse el encuentro con Abascal, Génova desveló que también se había producido una reunión con la vicepresidenta Yolanda Díaz, en lo que sonaba a un intento de diluir y neutralizar el cara a cara con el líder de Vox. Días después de verse con Abascal, Feijóo aceptó la invitación a cenar de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Se conocen de la "faena" cuentan desde el entorno del dirigente popular. "Hablaron de todo. Lo normal. Yolanda está en proceso de escucha", recuerdan esa mismas fuentes extrañadas porque sea noticia que hablen los políticos.
No opinan lo mismo sus compañeros de Unidas Podemos. Molestos, se enteraron ayer de la celebración de ese encuentro por los medios de comunicación.
Eso sí, desde Génova aclaran que a diferencia de con Abascal "no hay previsto" ningún encuentro más con Díaz. Claro que después apostilla que "es mucho más fácil" tener contacto con ella que con Pedro Sánchez. De una próxima entrevista entre el presidente Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no hay noticia hasta ahora, y tampoco tiene pinta de que se vaya a producir en breve.
Lo próximo en la agenda de Feijóo es una cita con el presidente del PNV, Andoni Ortúzar, este mes de octubre. Un encuentro que marcará el deshielo en las relaciones entre los populares y los nacionalistas vascos tras la etapa e Casado y la herida que aún escuece de la moción de censura a Mariano Rajoy y que apoyó el PNV. Núñez Feijóo trata de abrir el abanico en busca de apoyos.