Primero fueron las becas para ricos, después el derecho a abortar de las mujeres menores de 16 años sin consentimiento de sus padres, y lo último el impuesto a los beneficios de las energéticas que impulsa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Isabel Díaz Ayuso ya le ha demostrado a su jefe Alberto Núñez Feijóo que vuela sola y que "no piensa esperar al último teletipo de Feijóo para opinar". Y esto es literal. Una advertencia que no ha gustado en Génova, 13 aunque disimulan.
Este lunes Ayuso cargó contra la tasa europea a las eléctricas y lo calificó de "tremendo error" 48 horas después de que los populares recompusieran relaciones con la dirigente conservadora partidaria de este gravamen. Eso les obligó a cambiar su posición horas después de haber votado en contra de un impuesto similar en el Congreso. Von der Leyen apareció como estrella invitada en el último cónclave popular con un vídeo de apoyo a su "querido amigo" Feijóo y con eso aparentemente se cerró el frente europeo. Hasta que llegó Ayuso.
Núñez Feijóo ha tenido que salir a enmendar a la presidenta madrileña para dejarle claro que hay quien hay que atacar no es a von der Leyen sino a Pedro Sánchez, aunque en Génova admiten que hay gente en el partido a la que no les gusta nada la tasa que defiende Bruselas.
"Esa propuesta es mucho más razonable que el disparatado impuesto español", zanjaba el gallego. "En situaciones excepcionales, medidas excepcionales", apuntaba justo después la número dos del PP, Cuca Gamarra. Desde Génova recuerdan que Ayuso "no es dirección del partido". Y eso que es miembro nato del Comité Ejecutivo Nacional y una de sus baronesas más poderosas y con mayor tirón mediático
Desde Sol le quitan hierro al desencuentro y niegan discrepancias con Feijóo. Insisten en que la propuesta de la 'mandamás' europea es una "mala decisión" pero coinciden en que es mejor que "el súper despropósito" de Sánchez. "Estamos de acuerdo con Feijóo pero la fórmula es un despropósito", insisten a NIUS desde el entorno de la lideresa madrileña.
Génova y Sol han llegado a la conclusión de que lo mejor para los intereses de ambos es negar las discrepancias. La dirección nacional ya tiene asumido que Ayuso es Ayuso y "una liberal de toda la vida". A ocho meses para las elecciones autonómicas y municipales les toca jugar no conviene entrar en guerra con ella. Saben que les garantiza un voto más a la derecha ahora que Vox capea su primera crisis orgánica con el culebrón de Macarena Olona en pleno desafío a su partido, mientras Feijóo se dedica a seducir a los votantes socialistas desencantados con Sánchez y a los nacionalistas moderados "huérfanos" tras la mutación independentista de Convergencia.
"Dar el mensaje de que no somos un partido monolítico no es malo. Y el que no te conozca que te compre", admite con deportividad un dirigente del núcleo duro de Génova. "Isabel ha dicho no a un impuesto que repercuta a los ciudadanos. En el fondo decimos lo mismo, aunque ella sea más contundente en las formas", responde otro miembro de la dirección. Y como prueba de sintonía desde Génova esgrimen la negativa compartida por Ayuso y Feijóo a apoyar el impuesto "ideológico" a la banca porque entienden que es un "ajuste de cuentas" con las empresas del IBEX.
"Nosotros no vamos a decir a Ayuso que se calle. Eso es lo que hace Page con Sánchez. A nosotros Ayuso nos tensiona cero. No tenemos ningún problema con ella", aseguran a NIUS desde el equipo de Feijóo. Prefieren ver la paja en el ojo ajeno. Sánchez con el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page; Abascal y Olona o las guerras de poder en Podemos.