Feijóo impone un cierre de filas con su política lingüística en Cataluña y corta de raíz las críticas

Cierre de filas en el Partido Popular tras algunos conatos de crítica por la incomparecencia de su jefe Alberto Núñez Feijóo en la manifestación en defensa del castellano en Barcelona. Hasta la presidenta de Madrid -recientemente investida también presidenta de ‘Tabarnia’-, Isabel Díaz Ayuso le echó ayer un capote. “Tengo absoluta confianza en él. Es inequívoca su posición”, afirmaba solemne en una entrevista radiofónica la baronesa madrileña. Claro que ella tampoco acudió a esta cita aunque promete visita a Barcelona en dos semanas.

24 horas después de una manifestación en la que se volcó toda la derecha, Feijóo ha reclamado públicamente su derecho a defender el castellano en Cataluña "a su manera" en un intento de taponar el frente que se la ha abierto con la política lingüística. Esto es, con lo que él llama ‘bilingüismo cordial’. Todo un toque de atención a los suyos para que no se dejen enredar en un debate incómodo para los populares.

"Defenderemos todos nuestros idiomas con todos los instrumentos del Estado de derecho y lo haremos a nuestra manera. No se combate la intolerancia con más intolerancia", aseguraba este lunes durante la presentación de una conferencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y a la que han acudido un buen puñado de exministros de Rajoy empezando por la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Ocupar el espacio “huérfano” de CiU

Dirigentes de la máxima confianza del gallego ponen como aval su experiencia durante 13 años al frente de una comunidad histórica con lengua propia y con una identidad diferenciada. El presidente del PP y toda la maquinaria de Génova llevan meses embarcados en la ‘operación Cataluña’ para intentar resucitar la marca en un territorio en el que están prácticamente desaparecidos. Las visitas son constantes mientras Feijóo tiende puentes con el empresario catalán a base de autonomismo, ‘bilingüismo cordial” y promesas de rebajas fiscales como receta para “crecer” en Cataluña.

Hay un espacio político que ha quedado huérfano que es el de CiU. Nuestro camino está marcado. No hay elecciones en Cataluña todavía. Pero tenemos muy claro el modelo

“Alberto sabe cómo construir una mayoría y ser un partido relevante en un escenario de ese tipo. Hay un espacio político que ha quedado huérfano que es el de CiU”, confirma a NIUS un miembro destacado de su núcleo duro, consciente de que el camino para alcanzar La Moncloa pasa por recuperar peso en Cataluña seduciendo a los antiguos convergentes.

Cuando se les pregunta por las dudas y críticas que genera en el ala más dura del partido esta estrategia responden socarrones “¿Críticas?¿de quiénes?” en un mensaje claro de prietas las filas. “Nuestro camino está marcado. No hay elecciones en Cataluña todavía. Pero tenemos muy claro el modelo”, asegura esa misma fuente.

La foto de Colón con Abascal que “no suma”

Es cierto que ningún dirigente popular ha criticado públicamente a su jefe por no asistir a la manifestación de Barcelona. En el PP de Feijóo la unidad es un valor que nadie quiere arriesgar ahora que reinan en las encuestas, mientras Vox y Ciudadanos intentan abrir brecha colgando fotos con su única diputada por Cataluña y verso suelto Cayetana Álvarez de Toledo.

“Hay poco que rascar ahí”, advierte un barón autonómico con mando en plaza y que considera un acierto evitar una foto de Colón con Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo porque es “poco amable y que no suma” a pesar de que la extrema derecha -en horas bajas noqueados por el ciclón Olona- trata de sacar tajada de la falta de asistencia del presidente popular.

“Es una polémica absurda. La posición del PP es clara. Defensa del estatuto, de la Constitución y hacer cumplir las leyes. Él lo hace de una manera más amable. Con la cordialidad del lenguaje”, sostiene ese mismo dirigente territorial convencido de que la lengua “no debe ser un instrumento político de confrontación”.

Hace sólo nueve meses el que fuera presidente del PP, Pablo Casado, defendía un 155 educativo para Cataluña. Hoy los populares alejan ese cáliz en cuanto se lo recuerdan. “El mejor 155 es el electorado y que los ciudadanos decidan”, respondía ayer su número tres, Elías Bendodo.