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No habrá que tomar medidas "dramáticas" para hacer frente a la crisis energética. Es el principal mensaje que ha querido lanzar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para tranquilizar a los españoles ante un escenario que ha reconocido plagado de "incertidumbres" y con "los precios por las nubes". El panorama que ha dibujado Sánchez es el de "una densa niebla de dudas" porque nadie sabe lo que va a pasar. Eso sí, ha querido trasladar a la ciudadanía que España está en una "mejor posición" que en el pasado porque la economía tiene fortalezas para seguir creciendo.
El presidente, que ha intentado hacer un ejercicio de pedagogía y ha empelado un tono didáctico, ha asegurado que acudía al debate monográfico en el Senado sobre política energética que marca el inicio del curso político para "arrojar algo de luz" y hacerlo con franqueza, "sin censuras ni paños calientes".
Después de decir que España se está preparando para lo peor por si Putin decide cortar el grifo del gas, ha garantizado que en cualquier caso las medidas que contempla el Gobierno para este otoño no van a ser "dramáticas". "Ni apagones de electricidad ni racionamiento de bombonas de butano", ha dicho Sánchez frente al escenario que presentan los partidos de la derecha y la ultraderecha.
"Los ciudadanos pueden estar tranquilos", ha afirmado. Mantiene que lo que contempla el Ejecutivo serán recomendaciones que no provocarán una erosión en la vida de los ciudadanos. Como ejemplo ha afirmado que desde que se pusieron en marcha las medidas de ahorro se ha reducido el consumo en más del 4,6%. Ha sacado pecho especialmente de la llamada "excepción ibérica" que peleó en Bruselas ante las reticencias del PP y las empresas energéticas. Ha remarcado que el ahorro que ha supuesto para los consumidores españoles ha sido de 2.000 millones de euros.
En ese punto, ha anunciado nuevas ayudas a la industria al incluir la congeneración en la excepción ibérica.
"Dejen de hacer el ridículo y de llamar timo ibérico" a lo que es una gran defensa de la clase trabajadora, ha espetado a la bancada popular liderada por Alberto Núñez Feijóo. Sánchez ha arremetido contra el PP por su actitud en este momento complejo: "Solo saben decir no, no y no". "Un responsable político no debe jugar con el miedo de la población", ha sido el otro recado de Sánchez al presidente del PP.
Sobre la "grave" subida de los precios, Sánchez ha señalado su "optimismo moderado". Según él, todos los organismos económicos internacionales indican que el IPC en España irá bajando de forma gradual y este año podría terminar con una cifra del 8% y en 2023 se podría situar en un 3%. En cualquier caso ha querido ser prudente en este asunto porque esas instituciones, según ha reconocido, ya se han equivocado antes.
Sánchez ha proclamado que el Gobierno hará "todo lo que está en nuestra mano y más para doblegar la curva de la inflación y proteger la clase media y trabajadora". En tono solemne ha dicho que mientras él sea presidente "todos los recursos del Estado" estarán en manos de la ciudadanía y no en las de los grupos de poder. "Les prometo que este Gobierno ampliará las medidas sociales que sean necesarias", se ha comprometido el presidente que ha garantizado un reparto justo y solidario y que los impactos sociales no se cronifiquen en el tiempo.
El presidente sostiene que no tiene ninguna animadversión contra las grandes empresas y las eléctricas, pero ha subrayado que esas empresas "deben arrimar el hombro" porque parte de su éxito se debe a la sociedad española.
Sánchez, con datos en la mano, ha defendido la fortaleza de la economía española aunque admite que el riesgo de recesión para la UE esta ahí. "Los mejores datos de empleo en nuestro país desde antes de la crisis financiera de 2008", ha defendido. Según el presidente hay más seguridad y estabilidad, "más dignidad laboral".
El presidente considera que, a diferencia de la crisis financiera, ahora, los fundamentos de la economía española son mas robustos para enfrentarnos a la crisis. Una hora de intervención que ha finalizado con Sánchez asegurando que en este tiempo hay que elegir entre "el miedo y la esperanza" y que su Gobierno elige la esperanza y el camino de las soluciones.