La Comisión Europea ha evitado respaldar a España en su defensa del proyecto de gasoducto MidCat para unir la Península Ibérica con el resto de la UE a través de los Pirineos y ha pedido más datos para evaluar la viabilidad de la iniciativa, horas después de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, rechazara de plano relanzar este proyecto.
"No podemos dar una posición específica en este momento, hace falta que los Estados miembro y los promotores avancen en el análisis sobre las posibilidades de viabilidad del proyecto y entonces estaremos en medida de dar nuestra opinión sobre un proyecto preciso", ha indicado el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Tim McPhie, en una rueda de prensa en Bruselas.
"Todo proyecto transfronterizo adicional de infraestructuras que unan la Península Ibérica con el resto de la Unión Europea necesita más evaluaciones de los países implicados y de los promotores del proyecto, por eso la Comisión no puede tomar posición", ha insistido el portavoz, que ha recordado que el MidCat no forma parte de la lista de Proyectos de Interés Común (PIC).
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, había asegurado hoy mismo que el debate sobre el MidCat "no se puede cerrar exclusivamente por el pronunciamiento de un solo país". En una entrevista en Onda Cero, Ribera ha vaticinado que el debate sobre la finalización del MidCat se abordará en la reunión extraordinaria de ministros de Energía de la Unión Europea (UE) que tendrá lugar este viernes.
"Es conveniente poner todas las cartas encima de la mesa sobre cuántas cosas puede aportar (el MidCat) para poder cubrir con seguridad no solo este invierno, sino también el próximo", ha subrayado la ministra.
Además, ha insistido en que el debate sobre esta infraestructura debe realizarse en términos europeos y no como una cuestión de interés bilateral entre España y Francia. "La cuestión es qué piensan el resto de socios", ha señalado.
Macron aseguró ayer en una rueda de prensa tras una videoconferencia con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, que considera que los dos gasoductos actuales (el de Irún y el de Larrau-Calahorra) son suficientes a futuro. Macrón ha llegado a afirmar que lo que se está diciendo sobre la necesidad de terminar el Midcat no es cierto.
Esta decisión de Europa se produce a la par que el ministro de Energía de Rusia, Nikolai Shulginov, ha descrito como "altamente improbable" que Europa pueda dejar de lado su dependencia del gas ruso de cara a 2027.
"Para lograrlo, deben estar seguros de que podrían hacerlo de cara a 2027", ha dicho, antes de agregar que la situación actual "demuestra que no es algo tan sencillo". "Europa prácticamente no puede recurrir a nadie, excepto a Estados Unidos, que está aumentando la producción de gas natural licuado", ha argumentado.
Así, Shulginov ha explicado que "el próximo invierno demostrará cómo de real es su creencia en la posibilidad de rechazar el gas ruso" y ha apuntado que "esto llevaría a una suspensión de la industria, incluida la química, y la generación de gas", tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.