Hoy se cumplen cinco años de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils, los Mossos siguen poniendo el foco en los peligros de la radicalización violenta. El objetivo es evitar más atentados como los vividos el 17 de agosto de 2017. Murieron 17 personas y más de 300 resultaron heridas. Los terroristas supervivientes ya fueron condenados. Hoy hay varios actos de homenaje a las víctimas en la Ciudad Condal.
El vídeo de los Mossos forma parte de la campaña que la policía autonómica catalana ha impulsado para identificar y prevenir la radicalización. El objetivo es evitar que se repita lo que ocurrió en agosto de 2017 cuando nadie fue capaz de detectar a los terroristas de la célula de Ripoll.
El plan de la célula era cometer varios atentados a gran escala ese verano de 2017 y causar así el mayor daño posible.
Habían ideado una gran explosión en la concurrida Sagrada Familia con una furgoneta cargada de triperóxido de triacetona, explosivo conocido como la madre de satán.
Pero la explosión fortuita de la casa donde lo fabricaban precipitó los acontecimientos. Murió el líder de la célula, uno de sus miembros y fue detenido otro que sobrevivió a la explosión. Fue entonces cuando otro de los jóvenes de Ripollés, Younes Abouyaaqoub, tomó el mando de la célula.
A las cinco de la tarde del 17 de agosto Abouyaaqoub irrumpe en las ramblas atropellando a centenares de personas. 16 de ellas mueren y más de 300 resultan heridas. En su huida, también roba un coche y asesina a su propietario.
Los otros cinco miembros de la célula reaparecen horas después en Cambrils para intentar un nuevo atropello masivo.
Antes de ser abatidos por los Mossos hirieron a seis personas y mataron a otra. Días después Abouyaaqoub también es abatido.
En el juicio, celebrado en 2021, son condenados el superviviente de Alcanar y dos colaboradores del comando, aunque no se puede demostrar que hubieran participado en la planificación de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Mohamed Houli, herido en la explosión en Alcanar fue condenado a 43 años de cárcel; a 36 años fue condenado Driss Oukabir, que alquiló la furgoneta de Las Ramblas y ocho años para Said Ben Iazza, por colaboración ya que prestó su documentación y una furgoneta para comprar y transportar explosivos.
A Houli y Oukabir, la Audiencia no les condenó como coautores de los 16 asesinatos cometidos por el resto de la célula terrorista, como pedían las acusaciones, al considerar que no tuvieron conocimiento ni participaron en las acciones terroristas.