Pedro Sánchez dio el giro a la izquierda y ahí se mantiene. Con medidas que señalan a los del puro y con otras que recuerdan a épocas pasadas. El presidente ha aparecido sin corbata, con camisa blanca desabrochada por arriba y chaqueta azulen el Palacio de la Moncloa para la presentación ante la prensa del balance del primer semestre del año. Y ha anunciado una medida que va a traer polémica en las tertulias televisivas. No llevar corbata, dentro de su plan de ahorro energético.
El presidente no llevará corbata a partir de ahora como gesto personal para contribuir al ahorro energético. Y ha pedido a sus ministros y altos cargos públicos que tampoco la usen, algo que cree que se debería hacer también en el sector privado "si es que no lo han hecho ya". Sánchez ha adoptado esta decisión durante la presentación de un plan para procurar el ahorro energético de los ciudadanos y las empresas cuyo objetivo es reducir un 7% el consumo de gas.
"Ahorrar energía es una tarea de todos y es prioritario", ha asegurado el presidente, destacando que reducir la factura energética contribuye a reducir la dependencia de Vladímir Putin y también a "doblegar la curva de la inflación".
Miguel Sebastián, en el año 2008 acudió a un pleno del Congreso de los Diputados sin corbata. "Por cada grado que reducimos el aire acondicionado ahorramos un 7%", dijo en su día Sebastián. El presidente del Congreso de entonces, el también socialista José Bono, no estuvo de acuerdo con la idea y le pidió ponerse la corbata para cumplir el reglamento de vestimenta y no hacer distinciones con los empleados de la Cámara Baja. Algo que ahora ya no se lleva, visto lo visto.
En su cuenta de Twitter, el exministro Sebastián ha escrito este viernes, en relación a la idea del presidente de prescindir en verano de la corbata: "12 años después…. Sí, se puede ahorrar energía. Bueno para el PIB, bueno para el IPC, bueno para el medio ambiente".
En 2005, el Ministerio de Medio Ambiente de Japón lanzó una campaña para reducir el número de emisiones de CO2 y cumplir con los compromisos del Protocolo de Kioto en 2010 que incluía elevar a 28 grados centígrados la temperatura de los edificios públicos y la recomendación de uso de vestimenta informal y veraniega, prescindiendo de la corbata, prenda diseñada para proteger el cuello del frío. La medida despertó una fuerte polémica y enormes resistencias, sobre todo de los sectores más conservadores.
Pedro Sánchez se ha referido de forma muy directa a los presidentes del Banco Santander e Iberdrola para asegurar que "si Ana Botín e Ignacio Sánchez Galán protestan, es que vamos en la buena dirección. Si se fijan, [los grandes empresarios son los mismos que protestaron y dijeron que subiendo el salario mínimo y con la reforma laboral se iba a caer España", espetó el presidente del Gobierno.
El PP, como era de esperar, no ha tardado en reaccionar ante la petición de Pedro Sánchez de quitarse la corbata para ahorrar energía. El PP ha incidido en que puede que sin corbata, el presidente se ha montado en un helicóptero para recorrer los 25,8 kilómetros que unen el Palacio de la Moncloa y la base aérea de Torrejón, quemando "180 kilos de queroseno", según fuentes del partido. Según los 'populares', el trayecto se ha iniciado a las 14.02 horas (50 minutos después de terminar su intervención pública) y le ha ahorrado al presidente del Gobierno apenas 10 minutos respecto a ese mismo traslado realizado por carretera, han indicado fuentes del partido.
"Por tanto, tenía tiempo de sobra para desplazarse en coche gastando unos cinco litros de gasóleo y no los alrededores de 180 kilos de queroseno quemados en el Súper Puma del Ejército del Aire", han resaltado las mismas fuentes.
Desde 'Génova' consideran que Pedro Sánchez se inspira en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con esta propuesta pidiendo a los españoles que se quiten la corbata en busca de ahorrar energía, en alusión a la actuación en julio de 2011 del ministro Miguel Sebastián, que también defendió quitarse esta prensa para "no despilfarrar" energía.
El PP considera que el presidente del Gobierno ha intentado lanzar esta medida "para distraer la atención de los ciudadanos de un nuevo dato de inflación que confirma los problemas económicos de los ciudadanos".
"Su problema no es con los que usan corbatas. Ni con los poderosos. Su problema está en su tendencia a sobrevolar los problemas de los españoles y a intentar vender una realidad a la población que solo está en el imaginario de un dirigente que lleva meses sin pisar la calle por miedo a que la sociedad le diga lo que piensa de él y de su gestión", han señalado fuentes 'populares'