El teniente coronel Pedro Alfonso Casado, en Santovenia, Valladolid, ha sido despedido hoy en un emotivo funeral. El féretro salía de la Iglesia de Valdemoro a hombros de los guardias civiles a los que dirigía en la Unidad Especial de Intervención. Una multitud de gente arropaba a su esposa y sus dos hijas. Perico, como lo conocían todos, recibe la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil a título póstumo.
Perico se acercó a la puerta del domicilio en el que 'El Chiqui' se había atrincherado para tratar de negociar con él cuando, de repente, recibió un disparo en la cabeza que, finalmente, acabó con su vida. Tras más de 25 años en el cuerpo, actualmente era teniente coronel del grupo especial de intervención.
Personalmente, participó en más de 370 operaciones y logró liberar a más de 500 rehenes. Por su parte, la familia de Perico ha decidido donar los órganos del guardia civil para "seguir ayudando a los demás".
Todos los guardias civiles destacan "la valentía y la humildad" de Perico: "Todo son elogios y no es porque haya muerto en acto de servicio, sino por su forma de ser".
Pedro Alfonso Casado había nacido hacía 50 años en Vitoria, aunque al poco de nacer se trasladó a Sahagún (León). Era huérfano del Cuerpo, pues su padre, ya fallecido, también era Guardia Civil. Terminó la Academia de Zaragoza en 1998 y al año siguiente entró en los Grupos de Acción Rural (GAR). Un año después, en el año 2000, ingresó en la Unidad Especial de Intervención.