La medidas de seguridad con motivo de la celebración en Madrid de la Cumbre de la OTAN no tienen precedentes en la ciudad, debido al contexto bélico en Europa. Prueba de ello es que las terrazas de la Plaza Mayor han cerrado a las 17:00 horas de este martes. El espacio ha sido reconvertido en un gigantesco parking para los vehículos de las delegaciones que acuden a la histórica cita de la Alianza Atlántica en España. No obstante, el aparcamiento ocasional disgusta a turistas y hosteleros.
Más de uno ha dado un paso en falso que le ha obligado a cambiar su itinerario. "La policía dice que hay que rodear la calle", señalaban algunos ciudadanos. El centro de Madrid ha quedado paralizado y se ha transformado. Cada vez que una comitiva se pone en marcha no pasa desapercibida, como se ha visto este martes con la de Turquía o Estados Unidos.
La seguridad alcanza el momento cumbre. A las 17:00 horas, las terrazas de la Plaza Mayor han cerrado, quitando sombrillas y sillas. Los turistas desaparecían poco a poco mientras el lugar se convertía en un parking privado al que han llegado los asistentes a la cena de ministros de Defensa y Exteriores, aparte de la que se celebraba en el Palacio Real. Mientras en los hoteles., el rastreo ha sido constante. Una vigilancia que no cesa y en la que se controlan hasta las entrañas de la ciudad.
En Madrid hay más de 5.000 personas que asisten entre hoy y el jueves a la Cumbre de la OTAN, que tiene como telón de fondo la guerra de Ucrania. Nunca antes se había celebrado una cumbre de la Alianza con un conflicto bélico en el continente Europeo. A la cita asisten los 30 líderes de la Alianza Atlántica, otros países como Suecia y Finlandia -que han iniciado el proceso de adhesión-, Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda y otros países de la UE que no están en la OTAN como Austria, Chipre, Irlanda y Malta. También asistirá el presidente de Georgia y, por videollamada, el de Ucrania, Volodímir Zelenski. También están los presidentes del Consejo Europeo y la Comisión Europea.