Protesta en varias ciudades contra la actuación de la policía marroquí que provocó la muerte de al menos 23 migrantes en la frontera con Melilla. Mientras tanto, el Gobierno de Marruecos estaría cavando fosas comunes para enterrar a los fallecidos en Nador sin realizar autopsias o abrir una investigación.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) ha denunciado que el Gobierno de Marruecos está cavando fosas comunes para enterrar a las 23 personas que murieron el viernes en el intento de salto a la valla de Melilla.
La ONG dice tener imágenes de las tumbas y denuncia que Marruecos se ha negado a abrir una investigación y a hacer una autopsia a los fallecidos. La AMDH eleva el número de fallecidos a 37, mientras Marruecos habla de 23.
ONG marroquíes y españolas han avisado de que algunos de los fallecidos no murieron de forma inmediata en la montonera de la vaguada junto a la frontera del Barrio Chino, sino horas después por falta de atención sanitaria. Algunos fueron incluso maniatados e inmovilizados por los agentes.
Además, la ONG señala, según publica El Heraldo de Aragón, que algunas personas fallecieron por los golpes recibidos o por disparos por parte de la policía marroquí. De hecho aseguran que se ha prohibido el acceso de periodistas al Hospital Hassani de Nador, en cuya morgue están los cadáveres vigilados las 24 horas.
Desde España nadie reclama investigación alguna de lo sucedido. De hecho, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho que “la gendarmería marroquí trabajó coordinadamente con la fuerzas y cuerpos de seguridad del estado para repeler este asalto tan violento”.
Ya en Europa, el presidente del Consejo Europeo ha dicho que respalda la política migratoria de España.
Mientras, Marruecos este fin se semana ha intentado rebajar la presión migratoria sobre Melilla, donde al menos 900 de los 2.000 inmigrantes que el viernes intentaron el salto masivo han sido trasladados a localidades del centro del país como Juribga o Kelaat Sragna, situadas a más de 600 y 800 kilómetros de Nador.
No obstante, la presión aumenta en Ceuta, donde la Policía marroquí ha detenido a 59 migrantes subsaharianos entre las localidades de Tetuán y Castillejos cuando iban a intentar un salto de la valla.