Mientras el calor causa muertes en las zonas habitadas más frías del planeta –se han alcanzado los 50 grados en Canadá y más de 30 en Siberia–, en Europa las tormentas están causando inundaciones. Violentas granizadas con fuerte viento se han llevado por delante coches y tejados en los últimos días en regiones de Francia, Italia, Alemania, Rusia y la República Checa. Las imágenes son apocalípticas.
Según las autoridades, más de 60 personas han muerto de manera repentina estos días en el noroeste de Estados Unidos y en Canadá. El calor parece estar detrás, y no ha hecho más que empezar. Está previsto que se expanda a más zonas el resto de la semana, a medida que los incendios obligan a desalojar más de un vecindario. La situación es crítica.
También lo es en Centroeuropa, que atraviesa una semana de tormentas severas. En la pequeña localidad de Bösingen, ubicada en el sur de Alemania, cerca de Stuttgart, están intransitables las calles, los túneles, las vías del tren… El conocido teatro de la opera de esta ciudad se ha quedado sin techo y el agua ha penetrado en su interior.
También se ha requerido la actuación de los bomberos en Baviera, Renania-Palatinado o Renania del Norte-Westfalia, y Frankfurt se ha paralizado al quedar anegados garajes, carreteras y pasos subterráneos.
En Plombières-les-Bains, en Francia, y otras zonas del departamento de Vosgos, los vecinos retiran el granizo que invade sus calles, casas y negocios con palas, escobas e incluso con excavadoras.
Y la lista de lugares afectados continúa, desde Suiza o la capital rusa, Moscú –que ha pasado del calor extremo a las inundaciones en dos días–, hasta la República Checa, donde hace unos días un tornado causó daños en más de mil edificios y causó multitud de heridos.
El último país en sufrir los caprichos violentos del temporal ha sido Italia. El norte del país, la región de Piamonte, ha sido golpeado por uno de los peores episodios de tormentas (con granizo y fuerte viento incluidos) que se recuerdan.
En los próximos días, existe una alta probabilidad de formación de supercélulas con granizo muy grande y vientos intensos en el entorno de los Balcanes del norte. Corren especial peligro Bulgaria y Rumanía, aunque también zonas de Ucrania o Grecia podrán verse muy afectadas. Los servicios meteorológicos ya han emitido advertencias a la población.