Los días templados van llegando a su fin. Ya dice el refranero que “hasta el día de Navidad no es invierno de verdad”, y no podía ser más acertado. El 2020 se va a despedir en apenas diez días y lo va a hacer con un vuelco del tiempo que nos dejará helados. Del aire cálido que llega estos días pasaremos a uno gélido por la llegada de una masa de aire de procedencia de polar y, aunque aún hay mucha incertidumbre, parece que las nevadas no faltarán en cotas bajas la semana que viene. Prepara el gorro y los guantes.
Entre -6 y 0 grados va a hacer en unos días en un puñado de comunidades autónomas. El bajón de temperaturas empezará el miércoles, aunque no será hasta el viernes cuando notemos ya un fresco cien por cien invernal, que sería demasiado frío incluso para mediados de enero, cuando el termómetro “toca fondo”.
Además la cota de nieve caerá a unos 700-800 metros en la cordillera Cantábrica y por debajo en puntos de Pirineos. Las heladas serán intensas, pronostica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en “el norte y amplias zonas de la Meseta sur”.
Para entender a qué viene este cambio brusco tan repentino, que tardará un par de días en instalarse, miramos al Atlántico. El anticiclón se va asentando cada vez más al norte y el chorro polar se ondula. En los próximos días, dibujará una ‘U’ muy pronunciada al noreste de la península Ibérica, creando un pasillo de vientos del norte.
Después, de cara a la semana que viene, una potente borrasca se colocará al norte de España y se asegurará de mantener ese flujo del norte, frío y más húmedo, que podrá extender las nevadas. Como decimos hay mucha incertidumbre en la previsión, pero todo apunta a que, a partir del domingo-lunes, las temperaturas se mantendrán o bajarán, y “las precipitaciones serán casi generalizadas”, prevé la Aemet, “más probables e intensas en el tercio norte peninsular, y menos probables en el área mediterránea, con posibilidad de nevadas en áreas extensas y cotas bajas”.
*Nevadas previstas a partir del día 26 por el modelo ECMWF