La nieve y el frío lo anuncian desde hace días: ¡El invierno ya está aquí! Aunque hablamos del meteorológico, porque al astronómico aún le quedan 20 días. ¿Sabes en qué se diferencian estas estaciones?
Si bien las estaciones astronómicas, las de toda la vida, comienzan con los equinoccios (para la primavera y el otoño) y los solsticios (para verano e invierno), los meteorólogos las distinguen por trimestres. Por ejemplo, el invierno duraría del 1 de diciembre al 28 de febrero según este esquema, es decir, los tres meses más fríos del año.
Esto tiene una explicación. Como sabrás, la rotación natural de la Tierra alrededor del Sol es la base para el calendario astronómico. Su inclinación y la alineación del Sol sobre el ecuador determinan cuándo se producen los equinoccios y solsticios, sin embargo estos no caen en la misma fecha todos los años. El motivo es que el tiempo en que la Tierra completa su órbita no es exactamente de 365 días, con que cada 4 años sumamos un día al calendario.
En cambio, las estaciones meteorológicas siempre empiezan y terminan el mismo día. La agencia meteorológica francesa, Meteo France, lo explica así: “En meteorología, el verano es la época más calurosa del año. La cantidad máxima de sol es alrededor del solsticio de verano (20 o 21 de junio). Pero debido a la inercia de la atmósfera, no es hasta unas tres semanas después que la temperatura media suele estar en su punto máximo, es decir, a mediados de julio. Esta época se considera la mitad del verano. Así, en meteorología, el verano comienza a principios de junio y termina a finales de agosto”.
En el caso del invierno pasa exactamente lo mismo. Si bien el solsticio y momento de menos luz solar sucede el 21 de diciembre (o el 22), el pico del frío suele ser hacia medidos de enero, con que tiene sentido que el 15 de enero quede en el centro de la estación meteorológica.
Por tanto, la división de las estaciones queda así: