La mitad del campo ya está en alerta por sequía en España, y los embalses han perdido cerca de 10.000 hectómetros cúbicos respecto a la media de la última década. La situación es crítica, y lo peor: no parece estar llegando a su fin. Si las lluvias no llegan, y todo apunta a que no lo harán en la medida que se necesitan, no se descarta que se produzcan más cortes de agua en los próximos meses.
“Llevamos ya más de mes y medio con una situación atmosférica que ha variado muy poco”, responde Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). “La circulación atmosférica está favoreciendo la presencia de altas presiones en el entorno de Europa occidental, y especialmente en la Península Ibérica. Esto está provocando una ausencia de lluvias importante”.
Es cierto, añade, que “en los últimos días hemos visto una momentánea retirada del anticiclón, que ha favorecido el paso de un frente con algunas lluvias, que fueron mas abundantes en el tercio norte de la Península”. Pero en general han sido escasas: “Para nada suficientes para revertir esta situación”, dice el meteorólogo.
Este bloqueo anticiclónico ya está teniendo consecuencias en muchas zonas de España. En explotaciones agrícolas de Badajoz se prohíbe abrir el grifo más de 3 horas al día, dado que la cuenca de Guadiana no da para más tras varias semanas sin ver ni gota. En Andalucía, la situación es delicada en Guadalete, Barbate y Guadalquivir, que se encuentran por debajo del 30 % de su capacidad, así como el río Segura, al 34,7 %.
En el norte, Cataluña declaró la prealerta por sequía la semana pasada tras dos meses sin lluvias.
“El bloqueo anticiclónico persistirá mínimo durante 2-3 semanas más”, informa el portavoz de la Aemet. Según el modelo de predicción europeo ECMWF, esta situación podría extenderse incluso durante seis semanas más, hasta finales de marzo.
Las temperaturas diurnas seguirán siendo muy altas para la época como consecuencia. Las temperaturas nocturnas, no obstante, seguirán siendo más propias de la estación, incluso con heladas débiles en algunas comunidades autónomas.
“Hasta el momento estamos en el segundo año hidrológico más seco del siglo XXI en España, con consecuencias en el campo y en las reservas de agua”, dice, que suelen recibir lluvias durante el otoño y el invierno. “Si llegamos a primavera con tan poca lluvia la situación no va a mejorar”, dice. “Además, hay poca nieve en las montañas”.
Ante esta escasez de precipitaciones tocará ser prudentes con el uso del agua, y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ya ha anunciado que pedirá, junto con Portugal, que el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea active medidas para paliar los efectos de la sequía y del incremento de costes ante la preocupante situación por la que atraviesan las explotaciones ganaderas.