La prolongada escasez de lluvias que sufre España está causando estragos especialmente en las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir, y está secando nuestros campos como hacía muchos años que no veíamos. Se están estableciendo restricciones al agua y, si la sequía no se revierte, las pérdidas podrían alcanzar varios cientos de millones de euros.
En años recientes, cuando la sequía ha alcanzado niveles extremos en España, las pérdidas en el sector agrario llegaron a costarnos unos 210 millones de euros en indemnizaciones para los asegurados, como ocurrió en 2012. Esto hace temer por lo que podría pasar nuevamente en 2022, cuando los daños podrían ser de récord.
Las regiones de la mitad sur de España, junto a algunas zonas de Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana, son las más afectadas por la sequía, sobre todo en los cereales, las leguminosas, los hortofrutícolas y los pastos para la ganadería, y si la sequía persiste también sufrirán el almendro, el olivar y el viñedo.
El regadío también se ve afectado, con embalses bajo mínimos como los de la cuenca del Guadiana (al 30,5 % de su capacidad), y los del Guadalquivir (28,5 %), y en ambos ya hay restricciones al uso industrial del agua.
El Gobierno central asegura que tomará las medidas que sean necesarias, al tiempo que promueve el regadío sostenible con eficiencia energética y el uso de aguas reutilizadas o regeneradas, mientras que desde las comunidades autónomas se plantean diferentes soluciones según su realidad.
La situación es especialmente "crítica" y "preocupante" en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, han señalado fuentes del sector, con una amenaza "real" de echar por tierra los cultivos si no llueve en las próximas semanas, mientras que la ausencia de pastos obliga a alimentar al ganado con piensos y aumenta los costes.
Los cereales, las leguminosas, las hortofrutícolas y el ajo están en peligro en esas regiones, con especial inquietud en Extremadura por el arroz, donde también se presenta "muy complicada y con restricciones" la campaña de riego, han asegurado desde la Junta, con la Confederación Hidrográfica del Guadiana limitando el uso del agua.
Algunas zonas del norte de España también se están viendo afectadas y en Cataluña la sequía está provocando ya la pérdida de alrededor de un 30 % de las cosechas de trigo, maíz y cebada, una cifra que aumenta un 10 % cada semana que sigue sin llover, ha alertado la organización agraria JARC.
Si no llueve, las previsiones de pérdida rondan entre los 300 y los 500 euros por hectárea, y en Cataluña existen alrededor de 6.000 hectáreas de cereal de secano, han asegurado las mismas fuentes.
La situación en la Comunidad Valenciana no es tan alarmante, aunque AVA-Asaja ha indicado que ya está teniendo consecuencias negativas en los cereales de secano y que el almendro, ahora en fase de floración, también puede sufrir mermas de cosecha, así como viñedo y olivar, si persiste la sequía.
En Murcia, el Gobierno autonómico ha indicado que "hay cierta preocupación" en algunas zonas y que los cultivos que más sufren un año de sequía son la viña, el olivar, el almendro y los cereales, junto con lo que puedan suponer las restricciones en cuanto a dotación de agua en el regadío.
Las comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León no se están viendo afectadas de momento, han asegurado sus Gobiernos a Efe, aunque tienen planes de acción por si la situación se recrudece y la Junta, por ejemplo, facilitaría préstamos preferenciales, puntos de agua para ganadería extensiva y deducciones fiscales.
El resto también lleva a cabo planes de acción y en Castilla-La Mancha la Junta defiende un proyecto que ha iniciado con los Países Bajos sobre la gestión integrada de agua y suelo, a la vez que realiza inversiones en regadíos por 184 millones de euros, mientras Asaja pide planes de cuenca que "miren por los agricultores".
En Extremadura, además del reparto de agua, la Junta ha solicitado al Gobierno central una "norma urgente" que ampare medidas como exenciones fiscales o ayudas a los agricultores, en tanto la organización agraria UPA-UCE reclama ayudas directas, moratorias en préstamos y exenciones de tarifas para los regantes afectados.
El Gobierno de Andalucía aprobó en 2021 un mecanismo para poder adelantarse a la escasez hídrica y ejecutar obras en una comunidad en la que las organizaciones agrarias instan a ayudar a los sectores más perjudicados, mejorar las infraestructuras y controlar los regadíos ilegales.
La Generalitat de Cataluña precisa que ya hay restricciones en el uso agrícola del agua en el ámbito del Fluvià-Muga (Girona), mientras los productores esperan la llegada de las ayudas de Agroseguro y, entre las asociaciones, Unió de Pagesos cree que hay que replantearse la gestión del agua y fomentar el uso de plantas desalinizadoras.
En la Comunidad Valenciana, la organización AVA-Asaja exige que se mantengan los caudales para riego del trasvase Tajo-Segura, que se invierta en obras hidráulicas y que se compete la modernización de regadíos.
Finalmente, el Gobierno murciano aboga por mantener el trasvase Tajo-Segura sin recortes de caudales y demanda al Ejecutivo central que estudie la adopción de medidas recogidas en la legislación para garantizar los recursos necesarios.