Ola de calor: por qué aún no se puede decir que es consecuencia del cambio climático
Atribuir fenómenos extremos a la crisis climática es más complejo de lo que parece
No se habla de otra cosa: la ola de calor que azota toda Europa ocupa titulares mañana y tarde, con máximas superiores a 40ºC en ciudades donde jamás habían llegado a tanto en un mes de junio. La gente está asustada, y hay algunos que ya lo han advertido: el cambio climático está detrás. ¿Es esto último cierto? Sabemos que relacionarlo directamente es tentador, pero párense un momento.
La problemática respecto a qué es y qué no consecuencia del cambio climático es bastante compleja. Hace unos años era más fácil respetar los tiempos de la ciencia para confirmar o desmentir según qué cosas, pero ahora el escenario es otro: la sociedad tiene cada vez menos margen para abordar la cuestión climática.
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Eso quizá explique por qué en la última semana se ha dicho de forma reiterada, temprana y sin evidencias científicas que esta ola de calor es causa del cambio climático. Por eso y porque, tal y como explica Héctor Tejero, divulgador climático y doctor en Bioquímica y Biología Molecular, "tenemos evidencia científica de que el cambio climático aumenta la intensidad y frecuencia de fenómenos extremos como las olas de calor".
En el caso de España, se sabe que "las olas de calor tienden a concentrarse en los últimos años, con especial incidencia en su duración", según el último informe de la Aemet referido a los efectos que ya sufre España con el cambio climático. Es decir, que tenemos olas más frecuentes y más largas en el tiempo. Esto es una mala noticia para la mortalidad, pues según la agencia meteorológica "existe una elevada correlación entre temperaturas máximas y mortalidad: a partir de un determinado umbral de temperatura máxima las muertes aumentan de forma notable".
Así, evidencias previas (no actuales) y emergencia social pueden haber dado lugar a este atrevimiento a la hora de relacionar esta ola de calor con cambio climático. ¿Eso quiere decir que sea realmente así? Si nos ponemos científicos, lo cierto es que no.
Para afirmar con rotundidad hay que darle margen a la ciencia, y que lleve a cabo lo que se conoce como estudios de atribución: "A través de ellos se calcula la probabilidad de que cómo aumentado el cambio climático la probabilidad o intensidad de un fenómeno concreto, como una ola de calor", explica Tejero. Estos estudios no son exclusivos de las olas de calor, también se hacen con huracanes, inundaciones y otros fenómenos extremos.
No todo lo que pasa es por el cambio climático
Cada año, la Sociedad Meteorológica Mundial publica un informe en el que se enumera todos los eventos meteorológicos extremos y su vinculación con el cambio climático. La primera vez que se dijo que ciertos fenómenos no hubieran sido posible sin el cambio climático fue 2016. Pero no todos los fenómenos meteorológicos están asociados, o no se puede saber a ciencia cierta.
Otro dato interesante es el que aporta el portal Carbon Brief, que examinó todos los estudios de atribución publicados desde inicios de los 2000 –unos 230–. Sus conclusiones son que el 68% de todos los fenómenos meteorológicos extremos que fueron sometidos a un estudio de atribución fueron más probables o más graves debido al cambio climático. Y que, de todos, las olas de calor representan el 43% de estos eventos. Casi la mitad.
Es precisamente por esto que Tejero cree que "no pasa nada por ser un poco atrevido al hacer aseveraciones sobre por qué el cambio climático puede ser causa de esta ola de calor". Lo cierto es que las probabilidades son bastante altas. Pero no está claro al 100%.