El archipiélago de las Bahamas dice no al plástico y se propone erradicarlo de sus aguas paradisíacas de manera inminente.
El uno de enero de 2020, en apenas un mes y medio, el gobierno bahameño prohibirá la utilización e importación del plástico de un sólo uso. Estamos ante el primer país que declara la guerra a una invasión que afecta a todo el planeta, también a nuestras costas.
Olvídense de las pajitas de colores en la piscina, de los aperitivos en vajilla de plástico y de las fiestas con globos en la playa. Todos estarán prohibidos a partir del uno de enero en Las Bahamas.
El país apuesta por la tolerancia cero con los plásticos de un solo uso, porque nadie se imagina el paraíso plastificado.
Casi 100 millones de toneladas de basura conviven en nuestros océanos y no piensen que es algo lejano, se encuentra más cerca de lo que piensan, en la desembocadura del Segura, en Alicante, donde casi lo único que se puede pescar son miles de botellas de plástico.
Esta es la cara de resaca de las playas gallegas después de cada noche de San Juan y en las orillas Valencias hay 330 mil microplásticos por metro cuadrado.
Las medidas restrictivas cada vez tienen más seguidores que intentan que sigamos encontrando conchas en la arena, en vez de microplásticos.