La primavera se ha vestido de invierno este año en Almería. Desde la pasada noche, algunos municipios se han teñido de blanco y las quitanieves no han parado, dado que las nevadas han descargado unos 10 centímetros de espesor que dificulta la circulación en varias carreteras. Por otro lado, en Granada y Melilla se está sufriendo la fiereza del mar, con olas de 5 metros que se tragan los paseos marítimos e inunda edificios.
La estampa en Bacares, Almería, evoca tiempos pasados este martes, con la nieve cubriendo hasta la rodilla en algunos puntos. Esta mañana, incluso, se ha requerido a los conductores el uso de cadenas, dada la dificultad de transitar por varias carreteras por las placas de hielo y el espesor de la nieve.
En las costas, la imagen era de completo caos. Las olas han inundado carreteras y han llegado hasta los muros del paseo marítimo en Roquetas de Mar o en Castell de Ferro, en Granada, donde el comienzo de la Semana Santa estará condicionado por los destrozos para muchos negocios que viven del turismo.
En Melilla, al agua entraba incluso algunos edificios. Y el temporal todavía azotará el litoral mediterráneo peninsular esta tarde.
El miércoles, por el contrario, los avisos por riesgo costero serán retirados en prácticamente todo el Levante. Tan solo estarán en alerta amarilla las islas de Ibiza y Formentera durante la mañana. Después, el tiempo tenderá a estabilizarse el resto de la semana.