El viento golpea nuestras ventanas desde primera hora en muchas zonas de España y, para nuestra suerte, invita poco a salir a la calle. Pasan los días de cuarentena y el mal tiempo no cesa, a pesar de estar ya en primavera. Quien mejor lo sabe son las ciudades del Mediterráneo, así como los gaditanos y los canarios. Y aunque el calor nos vendría de perlas para frenar la expansión del coronavirus, lo cierto es que no, no llega todavía: se acerca una masa de aire frío… Y como consecuencia, habrá nevadas.
Si vives lo suficientemente cerca de los Pirineos o la Sierra Ibérica, a partir del miércoles tendrás el gusto de pasar una cuarentena con mejores vistas. La cota nieve va a desplomarse hasta alrededor de los 1000 metros gracias a las nubes bastante compactas se irán viendo cada vez más alimentadas por el viento del nordeste y por una masa de aire muy frío que va a colarse desde Europa.
A pesar de las más de 12 horas de luz que disfrutamos más, este frío en altura y un buen bloque de nubes serán más que suficientes para enfriar la noche hasta desplomar el termómetro a cifras negativas. Cabe esperar, por tanto, que los bajo ceros se vayan extendiendo a cada vez más regiones hasta abarcar casi la mitad de la Península Ibérica de cara al viernes.
Tenemos por delante, tanto de día como de noche, unos días más fríos de lo que corresponde a la época. Y podrá durar toda la semana: el sábado se estima que tendremos valores hasta 15ºC por debajo de lo normal en zonas de Castilla-La Mancha, donde el termómetro no marcará ni 10ºC en la recta final de marzo.
Volviendo a las nevadas, gracias al frío una capa se mantendrá hasta el fin de semana en nuestras cimas, y los copos se irán produciendo en cada vez más sistemas montañosos de la mitad norte. No se descarta que se repitan incluso en el Teide, en Tenerife.
El embolsamiento de aire frío que nos afectará a partir de este martes empezará a retirarse el sábado, pero una nueva borrasca podrá formarse en el Atlántico y arrastrar otra masa con temporal que reavivaría las precipitaciones y el frío.
Por otro lado, el chorro polar seguirá muy ondulado y cabe esperar que se aíslen nuevas depresiones en altura sobre la Península Ibérica antes de que termine el mes. Por lo tanto, todo apunta a que entraremos en abril con un tiempo que, como hasta ahora, acompañará mucho para sobrellevar la cuarentena.