Seguramente a lo largo de tu vida hayas visto pocos animales salvajes por las calles, más allá de algún jabalí o conejo despistado que se cruzan en la carretera. Pero eso era antes del coronavirus. Para nuestra desgracia, la pandemia nos ha confinado en nuestras casas para evitar nuevos contagios, lo cual está dando lugar a que nuevos inquilinos nos tomen el relevo en los lugares que frecuentábamos hace tan solo dos semanas. Entre tanta preocupación, por qué no disfrutar también del lado bonito de todo esto.
Si la semana pasada hablábamos de lo limpitos que se están quedando los canales de Venecia sin turismo, ahora sabemos que no es algo que esté ocurriendo solamente allí.
En Japón, donde los residentes aguantan confinados a pesar de tener una cifra de contagiados menos trágica, los ciervos se han echado a la calle. Habitualmente se dejan ver de las puertas del Parque Nara para adentro, uno de los más bonitos del país, por cierto. Pero con los tres o cuatro paseantes que se asoman a las avenidas de esta ciudad les resulta cómodo darse una vuelta superando en número a los humanos. No hay de qué alarmarse: son inofensivos.
Algo más de miedo dan, eso sí, los monos que pelean por comida en Lopburi, Tailandia, también conocida como la ciudad de los monos. Acostumbran a robar bolsas de patatas a los turistas o rescatar fruta de la basura, pero ahora están desesperados sin nadie que les alimente. El primero que se lance a ver un templo cuando pase la cuarentena sin duda tendrá que andarse con mucho ojo con el recibimiento de los macacos.
Más de lo mismo en San Francisco, que empezó hace poco más de una semana su cuarentena. Allí son los coyotes los que disfrutan de la soledad en la metrópoli. A ver quién es el atrevido que se cruza…
Y en Italia, además de los supuestos delfines por confirmar de Venecia, hay un animal que tenemos más visto que también campa tranquilo a sus anchas: el jabalí. El país vecino lleva ya casi un mes en cuarentena, y hay quien asegura haber avistado incluso caballos y ovejas alrededor de las casas y negocios cerrados.
Sin duda una de las 'animaladas' favoritas son los pingüinos del acuario de Chicago. Puesto que el observatorio no ha tenido más remedio que cerrar, les está permitido hasta que pase la cuarentena entretenerse visitando a sus 'compañeros', como tiburones, mantas y delfines.
Aquí no íbamos a ser menos. El aire se ha limpiado en cuestión de días en Madrid y Barcelona, las ciudades más contaminadas de España, pero no somos nosotros los que lo aprovechamos. Un usuario publicó un vídeo la semana pasada de, supuestamente, una calle de la capital donde un grupo de pavos reales se daba un paseíto sin rastro de coches.
También se hizo viral en redes este vídeo de unas cabras en Chinchilla, Albacete, entre desconcertadas y felices con la plaza del pueblo entera para ellas.
Y en Benidorm las gaviotas, o palomas blancas -no queda muy claro-, son cada vez más agresivas por el mismo motivo que los monos de Tailandia: sin humanos, no hay comida. Hasta que esto acabe, salir con el carro puede costarte un ataque conjunto de una bandada hambrienta.