{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Tras dos días de temperaturas infernales en España por una tremenda ola de calor, llega aire fresco para aliviar el termómetro. El lunes todavía persisten los avisos en buena parte del centro, la mitad sur y el noreste peninsular, así como en Canarias, donde se amplía a nivel rojo por riesgo extremo, pero pronto se irá notando el esperado descenso térmico. ¿Cuándo volveremos a la normalidad veraniega?
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) acaba de confirmar el registro de la máxima histórica de 47,4 grados en Montoro (Córdoba) este fin de semana, cuando alcanzaba su punto álgido la ola de calor que empezó el miércoles, 11 de agosto. Este valor supera en una décima el registro de esa misma estación del 13 julio de 2017, y representa "el registro más alto medido en España de manera confiable", ha dicho Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.
Nuestro territorio se tiñó de manera extraordinaria, casi en su totalidad, de tonos naranjas y rojos en el mapa de avisos de la Aemet durante el sábado y el domingo, lo cual indica riesgo muy elevado o extremo. Esto ha traído incendios aún activos y riesgos para la salud por la altísima radiación ultravioleta y el calor tórrido, que da lugar a problemas respiratorios y cardiovasculares en personas vulnerables.
Hoy lunes las temperaturas más extremas se concentrarán todavía en el sur, y se acentuarán en las islas Canarias, donde se superarán los 41 grados de máxima por la tarde "afectando principalmente a medianías y zonas de interior" de Tenerife y Gran Canaria, y "a la mitad sur y oeste" en las islas occidentales, advierte la Aemet. En el archipiélago además será visible todavía el polvo sahariano que ha estado afectando casi a la totalidad del país.
En zonas de la Península Ibérica, concentradas sobre todo en la mitad norte y este, así como en buena parte del interior, se produce un descenso brusco de hasta 12 grados de golpe, que el martes se trasladará al sur y, progresivamente, el archipiélago canario.
"La masa de aire extremadamente cálida y cargada de polvo en suspensión va a ser sustituida por otra más fresca, procedente del Atlántico, impulsada por vientos del norte y noroeste. En Canarias persistirá hasta el miércoles. El martes incluso será una jornada fresca en el norte peninsular y con temperaturas habituales para la época en el resto", explica el portavoz de Aemet, Rubén del Campo.
Una caída de temperaturas que será marcada, pero breve. "El miércoles se inicia un ascenso térmico, de manera que alcanzaremos valores térmicos por encima de lo habitual para la segunda quincena de agosto en el este y sur de la Península prácticamente hasta el fin de semana. No va a ser, ni mucho menos, una situación tan extrema como la que estamos acabando de vivir", tranquiliza el meteorólogo.
Todavía superaremos los 36 ºC en puntos del nordeste, zona centro y mitad sur de la Península.
En diversos puntos de España, el intenso calor y el viento han dado lugar a incendios masivos. El más preocupante es todavía a esta hora el fuego de Navalacruz, en Ávila, donde unas 12.000 hectáreas de la sierra han sido arrasadas –"no hay precedentes en dimensión, ha dicho consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones–, y la situación es poco esperanzadora.
"Lo cierto es que, por desgracia, las precipitaciones van a ser muy escasas en España a lo largo de la semana. Quedarán restringidas a algunas lloviznas y lluvias débiles en el extremo norte peninsular y a algunos chubascos ocasionales y dispersos en las regiones bañadas por el Mediterráneo", concluye Del Campo.