Varios reventones cálidos han provocado incidentes en Valencia o Albacete este fin de semana como consecuencia de una conjunción de condiciones meteorológicas atípicas. ¿Qué es este fenómeno con vientos agresivos que ha tirado una noria y ha disparado la temperatura a 40 grados de madrugada?
De un momento a otro, el viento se aceleró en Albacete la tarde del sábado, 14 de agosto, sembrando el pánico a medida que una tormenta de arena avanzaba rápidamente y obligaba a los vecinos a refugiarse en interiores. Los destrozos causados son observables en diferentes zonas de la capital, y el vídeo del temporal no ha tardado en viralizarse.
Y la cosa no quedó ahí. Al caer la noche, varios observatorios de Castellón llevaban el concepto de “noche tropical” más allá y registraban temperaturas superiores a los 40 grados entre las 1 y las 3 horas de la madrugada, también por un reventón cálido.
El domingo, rachas huracanadas tiraban una noria en una playa de Gandía, lo cual causó un herido, que tuvo que ser trasladado al hospital. En la estación meteorológica próxima de Miramar, de los 31,2 grados y una humedad del 74 por ciento en pocos minutos se pasaba a los 41,2 grados y una humedad por debajo del 13%.
Los reventones, en inglés downburst, son fuertes corrientes descendentes convectivas, originada en general en el seno de una nube de tormenta (cumulonimbo), que ocasionan vientos destructores, según la definición oficial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En el caso del reventón cálido, esa corriente descendente “atraviesa una capa de aire relativamente cálida y seco donde se va acelerando, y tras evaporarse toda el agua en forma líquida, encuentra una capa estable, relativamente fría y húmeda, cerca de la superficie, pero suficientemente delgada para no impedir que la corriente llegue al suelo”, explican desde la Aemet.
El resultado es un repentino e intenso calentamiento del aire y, a menudo, disminución de la humedad en superficie. Curiosamente, estos reventones cálidos son más frecuentes por la noche o a primeras horas de la mañana, cuando la temperatura en superficie es más baja que en la capa inmediatamente superior, fenómeno que se conoce como “inversión nocturna”.