Generalmente asociamos la altura a una sensación térmica de más frío. Por eso, si esta noche vamos a alojarnos en casa de unos familiares en la sierra, lo más seguro es que no olvidemos llevar con nosotros un forro polar que nos abrigue. Sin embargo, se dan situaciones en que la naturaleza nos sorprende con sus rarezas y la inversión térmica es una de ellas, obligándonos a salir con más capas por los alrededores de nuestra casa que al subir a la montaña. Puede sonar extraño, pero se trata de un fenómeno más o menos frecuente. ¿Cómo se produce?
A lo largo de la semana, algunos usuarios aficionados a la meteorología informaban en Twitter del curioso contraste de temperaturas que observaban entre su zona y el pico que está a 25 kilómetros de distancia y bastante más altura. A continuación mostramos dos de ellos. Tomemos como ejemplo el primero: la diferencia entre la montaña, a 1300 metros de altitud, y el valle, a poco más de 500 m, es de más de 10ºC, siendo más calurosa la montaña.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lo define como un fenómeno que se da cuando el aire es más caliente a más altura, es decir, "conforme ascendemos en una capa de la atmósfera encontramos temperaturas cada vez más altas". Es lo contrario a lo que suele ocurrir.
Existen varios tipos. Por un lado, está la que se da cerca del suelo por el enfriamiento nocturno, llamada 'de tierra'. Por otro lado, la inversión 'de subsidencia' ocurre "por el movimiento descendente del aire en los anticiclones o la inversión del alisio", enuncia la Aemet en su Meteoglosario.
De vez en cuando, en la Comunidad de Madrid hablamos de la 'boina' de contaminación que cubre el centro de la ciudad. Quizá en alguna de las ocasiones hayas visto este fenómeno asociado a la inversión térmica cuando un anticiclón ocupaba la Península. Tiene una explicación. Con ambiente anticiclónico el tiempo es estable y prácticamente nada se mueve en el aire, por lo que el frío queda confinado sobre la superficie. En caso de intentar ascender, el más caliente en altura lo devolvería a su nivel original porque es menos denso. Hasta que un frente o algo que renueve el aire pase por la ciudad, la boina permanece inamovible y va a más como ilustra la siguiente imagen.