Un ciclón está poniendo patas arriba zonas residenciales de Indonesia. Los habitantes son rescatados con cuerdas, botes, neumáticos… “Lo importante es salvarse”, dicen. Sus casas están siendo arrasadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra a causa de las fuertes lluvias que causa la tormenta Seroja, que lejos de dar tregua seguirá causando estragos esta semana. Ya se ha cobrado al menos 86 vidas.
Casi 10.000 personas han tenido que ser evacuadas y hay al menos 70 desaparecidos, con que es de esperar que aumente el número de muertos. Por el momento, varias regiones han sido declaradas “zonas de calamidad” y cientos de personas buscan entre el caos con la esperanza de rescatar a más personas.
El número de muertos podría incluir a 67 personas que murieron en una avalancha de escombros provocada por la lluvia del volcán Lewatolo en la isla Lembata el domingo, donde también hay 21 desaparecidos, según los datos provisionales aportados por Raditya Jati, directos de comunicación de la Agencia para la Gestión de Desastres. En Flores Oriental hay 49 fallecidos y doce han perdido la vida en isla Alor, mientras otras 28 personas están desaparecidas en Alo. La cifra de fallecidos podrá variar cuando se confirmen nuevas informaciones en los próximos días.
Las lluvias y los deslizamientos de tierra han dejado también decenas de vivienda dañadas y miles de personas desplazadas.
El presidente indonesio, Joko Widodo, ha expresado sus condolencias por lo ocurrido y ha instruido al Gobierno a responder para evacuar a las víctimas y reconstruir las zonas dañadas. El mandatario ha instado a la población a seguir las recomendaciones de las autoridades.
“La abundancia de agua caliente y la cizalladura del viento de leve a moderada sobre el mar de Timor están permitiendo que esta baja tropical se fortalezca”, pronostican los meteorólogos de AccuWeather. Las fuertes lluvias y los vientos cada vez más racheados afectarán sobre todo a la provincia de East Nusa Tenggara, ya que el ciclón comienza a desplazarse hacia el suroeste tras varios días sin apenas moverse.