La tormenta tropical Kyle que ha recorrido la costa este de Estados Unidos se ha debilitado y a esta hora sus restos se dirigen al Atlántico Norte. Allí se van a mezclar con un sistema de bajas presiones que se acercará, en los próximos días, a Europa occidental. Es lo que hemos bautizado un ‘summer killer’ por el frío que arrastrará en altura este ciclón extratropical, ya sin nombre propio. Se espera que sea muy profundo a su llegada al continente. ¿Cómo afectará a España?
El miércoles por la tarde la borrasca ya podrá alcanzar una presión en su centro de tan solo 990 milibares, que podrían bajar de los 980 mb al día siguiente, llegando incluso a los 960 mb. Finalmente no experimentará ciclogénesis explosiva –parece– como sí sugería el modelo GFS hace unos días. Aunque todavía es pronto para confirmarlo.
Su amplio campo de vientos afectará sobre todo a las islas británicas a partir del miércoles noche o jueves por la mañana, empezando por el sur de Irlanda. Las olas serán un riesgo importantísimo.
Ambos fenómenos, viento y mala mar, afectarán también a zonas del norte de España, especialmente Galicia, donde la Agencia Estatal de Meteorología ha activado el aviso costero y por rachas de más de 80 km/hora, aunque su efecto más adverso podrían ser las precipitaciones. El frente que nos llegará por el noroeste peninsular entrará, según prevé el modelo ECMWF, el miércoles. También afectará al oeste de Francia.
Para el sábado, aunque la previsión se hace todavía con incertidumbre, parece que Kyle se habrá debilitado ya rumbo al norte. Para entonces podrá hacer provocar fuerte viento en las costas de Países Bajos y Alemania, así como, todavía, zonas de Reino Unido. Sus efectos seguramente lleguen al suroeste de Noruega.