Al menos tres muertos, varios desaparecidos y centenares de evacuados. El caos se ha sembrado en Cerdeña tras el paso de una fuerte borrasca que ha dejado 300 litros/m2 en 24 horas este fin de semana. Las mayores incidencias se han producido en la localidad de Bitti, en la provincia de Nuoro, que ha sido prácticamente devastada por un río de barro, que ha sepultado todo cuanto ha encontrado a su paso.
La furia del agua no perdonó en Cerdeña, Sicilia y Calabria. Especialmente en la localidad de Bitti los vecinos no saben cómo se recuperarán. Casas de campo de toda la vida ya no están, los coches están sepultados por el lodo, caminos y puentes rurales se han derrumbado… Más de un centenar de personas durmió anoche en un gimnasio también en la cercana Galtellì, donde una presa amenazaba con desbordarse.
El aviso meteorológico era el máximo, de color rojo, que se utiliza para situaciones críticas. Protección Civil y otras autoridades informaron a la población y se cerraron colegios, parques, cementerios… Pero toda precaución resultó escasa cuando las escaleras de la ciudad se convertían en ríos empinados que enviaban cada vez más agua a las zonas bajas.
Italia está conmovida este lunes por las pérdidas materiales y humanas. Sin duda un sector muy afectado será el agrícola, con campos de trigo sumergidos, así como establos de ganado joven, sin electricidad y con la maquinaria y los pozos inutilizables. Unos daños que costarán millones de euros a la isla de Cerdeña.