Recientemente, un ‘derecho’ arrasó los campos de Iowa, que preveían una buena cosecha para otoño. El fenómeno no es un tornado porque algunas características son diferentes, pero a ojos de cualquier persona el resultado que deja e muy similar, no hay más que ver los maizales tumbados que ha dejado el fuerte viento, observables incluso desde el espacio. Así lo ha mostrado la NASA.
El 10 de agosto de 2020, una línea inusualmente fuerte y duradera de tormentas eléctricas, un ‘derecho’, azotó vastas franjas de Iowa y el Medio Oeste de Estados Unidos. Dos semanas después de la tormenta, decenas de miles de habitantes de Iowa siguen sin energía eléctrica y muchos agricultores están reflexionando sobre la posibilidad de salvar cultivos y reparar silos de granos antes de la próxima cosecha, enuncia el comunicado de la NASA.
El Operational Land Imager (OLI) en Landsat 8 capturó una imagen de los campos dañados por la tormenta alrededor de Marshalltown, Iowa, el día después de la tormenta. A modo de comparación, la segunda imagen muestra la misma área el 10 de julio de 2020. Los cultivos dañados por el viento aparecen de color verde claro. Las áreas más oscuras dentro de la franja de daño pueden ser roturas de árboles o campos donde los cultivos sufrieron menos daño, explica.
Si bien el granizo puede arrancar rápidamente los tallos y pulverizar las plantas de maíz y soja, dejando rayas de color marrón oscuro en los paisajes rurales, gran parte del daño en agosto de 2020 fue causado por “vientos feroces que derribaron tallos que ya estaban cargados de cáscaras de maíz maduras”, explica Christopher Schultz, meteorólogo del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA. Sin embargo, el daño no fue causado exclusivamente por el viento. En algunas áreas, el granizo pequeño machacó las plantas y cortó las hojas.
Es posible que algunas de las plantas derribadas todavía tengan raíces intactas y sigan creciendo en las próximas semanas; otros podrían utilizarse para ensilaje u otros fines. Pero muchos expertos anticipan pérdidas graves y grandes desafíos para cosechar y almacenar todo lo que quede. Si bien las estimaciones de daños están evolucionando, los economistas agrícolas proyectan que la tormenta probablemente causó casi 4 mil millones de dólares en daños, asegura Adam Voiland en el comunicado de la NASA, lo que lo convertiría en uno de los eventos de tormentas más costosos en el rastreador de desastres climáticos y meteorológicos de la NOAA durante la última década.
El secretario de Agricultura de Iowa, Mike Naig, trabaja ahora con el Gobierno central, los agricultores y los seguros para intentar salvar parte de la cosecha.
"Esta no es de ninguna manera la primera vez que el Medio Oeste ha visto tormentas eléctricas severas que causan daños a los cultivos, pero la gran extensión del daño aquí realmente se destaca", dijo Jordan Bell, otro investigador Marshall de la NASA que rastrea el evento. “Estamos hablando de una franja de daño que es un orden de magnitud mayor que otros tornados o tormentas eléctricas que hemos visto en el pasado. Este es un evento que la gente recordará durante mucho tiempo".
Schultz y Bell son parte de un proyecto de Ciencias Aplicadas a la Tierra de la NASA que tiene como objetivo desarrollar climatologías de eventos de granizo en América del Norte y en todo el mundo. Dichos datos podrían ayudar a las compañías de seguros y otras partes interesadas a evaluar el riesgo de pérdidas de cultivos debido a tormentas eléctricas severas.
"Estamos utilizando un conjunto completo de sensores para detectar tormentas y evaluar los daños que causan", dijo Kristopher Bedka, líder de ese proyecto. "Y lo estamos haciendo no solo para este evento, sino para eventos catastróficos en todo el mundo para que podamos aprender cómo cuantificar mejor los daños de forma automatizada".