El Ártico nos envía aire frío esta semana. Las primeras nevadas caen ya en Navarra y el País Vasco, y en las próximas horas se extenderán al resto de la mitad norte peninsular por el paso de la borrasca Ciril, con copos a tan solo 200 metros. Después, se impondrá un panorama gélido que mantendrá el manto blanco todo el fin de semana, con las heladas más intensas en 20 años en zonas de España. El debut de abril 2022 será invernal.
“Estamos ya inmersos en el episodio de tiempo de invierno en el que la cantidad de nieve que puede caer en áreas del extremo norte es muy poco frecuente en estas fechas”, alerta la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
“Otro aspecto muy importante, y que puede alcanzar cierta adversidad dado que nos encontramos ya en primavera, es el frío nocturno: habrá heladas generalizadas. El domingo, de hecho, en algunas zonas podrían ser de las más intensas registradas en abril en los últimos 20 años”, informa.
La entrada de una masa de aire muy fría del norte procedente de latitudes muy altas va a provocar un importante descenso de las temperaturas, que hará que sean inusualmente bajas para la época del año, más propias de pleno invierno.
La masa de aire arrastrada por la borrasca polar Ciril, que producirá un flujo de vientos del norte conocido como “nortada”, es además relativamente húmeda e inestable, lo cual hará que se produzcan tormentas y nevadas en cotas muy bajas en el norte peninsular. Estas afectarán sobre todo al área Cantábrica, alto Ebro, Ibérico norte, Pirineos, este de Cataluña y de Baleares, sobre todo al entorno de la cordillera Cantábrica y Pirineos. Podremos ver incluso nieve en algunas playas de la vertiente cantábrica.
La cota de nieve se desploma el viernes hasta situarse entre los 200 y los 600 metros en el extremo norte peninsular, según la previsión de la Aemet, y los 500-1000 metros en el resto de la mitad norte, con nevadas significativas en la cordillera Cantábrica y Pirineos.
La alerta naranja (riesgo importante) por nevadas, se mantendrá en general hasta el sábado -en Asturias, Cantabria, Navarra, Burgos, País Vasco, Zaragoza, Lérida y Huesca-, cuando la alerta pasará a ser de nivel amarillo (riesgo moderado), a medida que se debilitan las nevadas. En cambio, entre el sábado y el martes, 5 de abril, lo más relevante serán el frío y las heladas, que se van a intensificar.
Será “un episodio muy inusual para la época. En algunos lugares no se han predicho temperaturas mínimas tan bajas en los últimos 20 años. Esperemos que no se resientan los cultivos”, ha dicho Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.
Podrá hacer unos -10 ºC en zonas de montaña del norte y del centro peninsular, y hasta -15 ºC en zonas muy elevadas de Pirineos y la cordillera Cantábrica. En zonas de interior a menos altura, las temperaturas mínimas oscilarán entre los cero y los -5 ºC, como ocurrirá en el cetro de Madrid, en Valladolid, Cuenca, Teruel o el interior de Valencia. Se trata de valores hasta 10 grados más bajos de lo habitual para estas fechas, más típicos del mes de enero.
Protección Civil advierte del peligro de circular estos días por zonas en aviso, y recomienda viajar por carretera solo si es imprescindible, y en ese caso tener especial cuidado con las placas de hielo.
Antes de ponerte en marcha, revisa los neumáticos, anticongelante y frenos y lleva el depósito de la gasolina lleno, así como neumáticos de invierno o cadenas. Aconseja asimismo llevar ropa de abrigo y un teléfono móvil con batería de recambio y/o cargador de automóvil.
Varias carreteras sufren ya desde primera hora del viernes los efectos del temporal invernal. En País Vasco y Cantabria están activados los planes de emergencia ante las fuertes nevadas y la formación de placas de hielo, y las máquinas quitanieves trabajan ya en varias vías.
Hasta el momento, se han cerrado la autovía A-15 que une San Sebastián y Pamplona, la carretera autonómica A-395, que conecta Granada con Sierra Nevada, y la AP-8, en Guipúzcoa, está sufriendo retenciones por una colisión entre tres vehículos en Usurbil.